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El seleccionado argentino masculino de vóleibol derrotó ayer a Egipto 3-0 y avanzó a los cuartos de final como líder del Grupo B. El equipo de Julio Velasco se impuso con parciales de 25-16, 25-19 y 25-20 y en la próxima ronda se medirá con el cuarto posicionado en el Grupo B (Francia, Canadá, Brasil o Estados Unidos).
En ninguna de las seis participaciones anteriores, la Selección nacional había terminado la fase clasificatoria en la cima de la zona –ni siquiera cuando obtuvo el bronce en Seúl 1988–, superando a Polonia, actual campeón del mundo, y a Rusia, medalla dorada en Londres 2012.
Argentina llevó con tranquilidad y sin desesperarse el hecho de que dependía de sí mismo para finalizar en el primer lugar de la zona, ya que si ganaba por 3-0, como finalmente sucedió, se volvía inalcanzable en el coeficiente de sets para Polonia.
Los dirigidos por Julio Velasco impusieron condiciones desde el primer punto. Controlaron el juego en base a saques potentes y bien colocados, con los que pudieron hacer la gran diferencia, y a bloqueos sólidos, que le brindaron puntos directos.
Se lucieron en el ataque Cristian Poglajen y Facundo Conte, que la fecha anterior tuvo descanso, en el partido ante Cuba, mientras que Luciano De Cecco manejó de buena manera la distribución, con lucidez y dando forma a una buena cantidad de jugadas de ataque.
Velasco aprovechó para darles minutos en cancha a Demián González, Ezequiel Palacios, Nicolás Bruno y Bruno Lima, el jugador más joven del plantel con 20 años, quien cerró el segundo parcial con un contraataque.
La diferencia a favor de Argentina sólo se quebró en el último set, que fue parejo hasta el punto 17, ya que Egipto hizo algunos ajustes en su juego, mejoró en el ataque y en su recepción y complicó, aunque los de Velasco reaccionaron a tiempo para poder liquidar el pleito en sets corridos, sobre todo con el aporte de Palacios.
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