El GM noruego y actual campeón del mundo Magnus Carlsen y el retador ucraniano nacionalizado ruso Sergey Karjakin entablaron ayer en 42 jugadas la primera de las 12 partidas en las que definirán el campeonato del mundo 2016. Las partidas entre ambos candidatos, nacidos en 1990, se jugarán hasta el 30 de noviembre y son transmitidas en vivo (nyc2016.fide.com). Con un millón de dólares en premios, los jugadores tienen 100 minutos para 40 jugadas, luego 50 minutos para las 20 restantes y finalmente 15 minutos para el resto de la partida con incremento de 30 segundos por jugada desde el inicio. 
La primera sorpresa en la partida de ayer llegó de parte del noruego. Con 2.Ag5 planteaba la Tromposki, poco habitual en partidas de elite, en busca de terrenos menos conocidos, evitando alguna preparación del ruso. Busco de esta forma ejercer presión –a su manera, buscando la ventaja mínima, un pequeño desliz en la capacidad del ruso en interpretar la posición– a través de la habitual debilidad que se crea en f6 tras el habitual de piezas menores típico de esa apertura. El ruso, que a cambio se quedaba con la pareja de alfiles, sostuvo correctamente la posición, no cayó en ninguna trampa y –tras una simplificación masiva– logró llevar la posición a un final de torre y alfil contra torre y caballo en la que ningún pudo desnivelar.