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Deportes|Jueves, 28 de marzo de 2002

La Armada Bracamonte ganó bien con un soldado menos

Dos goles del nuevo nueve, tras centros del Mellizo, y uno de Schiavi –con ayuda de Tombolini– le permitieron a Boca sacar ventajas y ganar tranquilo pese a jugar una hora larga sin Burdisso.

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Primer gol de Boca: se pasó Tombolini, llegó Bracamonte por atrás y cabeceó hacia abajo.
Con dos goles de la fórmula Barros Schelotto-Bracamonte (una pareja ofensiva que comienza a consolidarse y a dar buenos resultados) y un tanto de Schiavi, algo afortunado, Boca derrotó a Central por 3-1 y volvió a dejar una buena imagen colectiva. EL conjunto de Tabárez jugó con diez hombres durante gran parte del partido, por la expulsión temprana de Burdisso –ya ganaba 2-0–, pero logró mantener el orden y hasta ampliar la diferencia en el complemento. Para el equipo de Menotti descontó Rivarola cuando el trámite estaba cerca de cerrarse. El reemplazante de Riquelme, el juvenil Carlos Tévez, volvió a rendir de forma llamativa.
Boca salió con la intención de repetir la fórmula que le permitió derrotar a Argentinos y no tardó en recoger buenos resultados. Apenas jugados dos minutos, el alto Bracamonte tuvo su primera chance por abajo, pero resolvió mal, desviado. No obstante, a los 5, luego de un centro de Guillermo, consiguió abrir el marcador de cabeza frente a un Tombolini que había quedado superado en la salida.
Central tardó en reaccionar y antes de que se terminase de digerir el madrugón goleador de Bracamonte, Boca volvió a encontrarse con la red. Esta vez el autor fue Schiavi, quien luego de un rechazo corto de Figueroa conectó un cabezazo cruzado –mitad centro y mitad envío al arco– que picó ante el arquero Tombolini y éste no atinó a contener, un poco por su sorpresa y otro poco por el estorbo de uno de sus compañeros, hostigado por Bracamonte. Rápidamente el clima del encuentro se endureció y comenzaron a abundar los roces y las faltas; la consecuencia fue la expulsión, a los 19, de Burdisso, que dejó a Boca con diez hombres y al principio algo desordenado. Central aprovechó la confusión que se generó en el mediocampo boquense –Traverso se ubicó en el fondo, con Pérez, Battaglia y Tévez en el medio– y jugando y tocando bien la pelota ganó protagonismo, aunque terminó sufriendo la falta de profundidad para definir. Del otro lado, sobre el final, Pérez pudo ampliar el marcador con un violento disparo tras una jugada en la que logró pasar entre los cuatro del fondo rosarino, pero Tombolini, con esfuerzo, mandó al corner.
En el segundo tiempo la situación no cambió. Central continuó intentando llegar con la pelota dominada pero fallaba en los últimos metros, debido al buen trabajo de los exigidos defensores boquenses, ordenados en la marca. Boca amplió la ventaja con un buen gol de Bracamonte, habilitado nuevamente por un centro del Mellizo, aunque en esta ocasión definió de primera y de derecha. Después desperdiciaría una clarísima: solo, de frente, se le fue al costado.
El 3-0 no era del todo justo, porque Central había tenido varias chances; así, finalmente, Rivarola descontó con zurdazo entre Abbondancieri y el palo.

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