Desde el piso, Edwin van der Sar ve con espanto cómo la pelota se le escapa hacia la red y Giovanni van Bronckhorst comparte esa desesperación. El centro de Torsten Frings se convirtió en la apertura del marcador en el clásico entre Alemania y Holanda, disputado ayer en Porto por la Eurocopa, pero cerca del cierre Ruud van Nistelrooy anotaría con gol de mucha clase para darles el empate a los holandeses, una igualdad que unos y otros consideraron justa. “Una derrota habría sido desastrosa”, opinó Van Nistelrooy. “No perdimos nada, aunque es cierto que no ganamos nada tampoco”, reflexionó el entrenador germano, Rudi Voeller. La República Checa venció 2-1 a Letonia y, con la victoria, lidera entonces el Grupo D de la Eurocopa. Hoy vuelve a jugar el Grupo A, con los partidos Portugal-Rusia y España-Grecia: si los locales pierden, quedarán eliminados de su propio torneo...