Imprimir|Regresar a la nota
Deportes|Domingo, 12 de septiembre de 2004

Los familiares de las víctimas del fútbol también levantan su bandera

A partir de la muerte de un ser querido en una cancha, sus parientes directos se unieron en una organización que acompaña a quienes sufrieron el mismo dolor, bajo otras circunstancias.

Por Gustavo Veiga
/fotos/20040912/notas/NA24FO01.JPG
El titular del Prosef, Javier Castrilli, les dio su apoyo a los familiares de las víctimas.
La violencia que mató a sus hijos y hermanos tiene puntos en común con otras violencias. A menudo, la Justicia no les dio respuestas; la policía tuvo una responsabilidad determinante y, hasta en ciertos casos, el poder político resultó cómplice. Por eso, los Familiares de Víctimas del Fútbol Argentino (Favifa) acompañan a quienes sufrieron el mismo dolor, aunque en otras circunstancias. Han estado en Mendoza junto a los padres de Sebastián Bordón, marcharon con los parientes de los jóvenes masacrados en Floresta, asistieron al juicio oral contra Sebastián Cabello, el homicida al volante que les provocó la muerte a una madre y su pequeña hija... En definitiva, sostienen que “éste es un cóctel, es una mezcla donde el fútbol no está al margen de lo que pasa. Lo importante es unirnos en esta lucha, porque todos peleamos por lo mismo”.
Favifa avanza hacia un entendimiento con otras organizaciones semejantes de parientes y amigos que sufrieron la pérdida de sus seres queridos en forma violenta. Por lo pronto, ya desarrollaron en Quilmes una actividad conjunta a fines de agosto que consistió en un plenario para debatir temas como la inseguridad y la impunidad. Participaron, entre otras, la Asociación Avise (Asociación Víctimas de la Impunidad sin Esclarecer), la Asociación Madres de La Matanza, la fundación Revivir, la Asociación Víctimas de Tránsito (AVT), Familiares de Víctimas Independientes y la Asociación Madres del Oeste.
La entidad que preside Alberto Rivero, el papá de Gustavo, un joven hincha de Independiente que asesinó la Guardia Imperial de Racing en febrero de 2002, ya tramitó su personería jurídica y desarrolla sus actividades en las oficinas que Javier Castrilli, el titular del Prosef, les facilitó en el Ministerio de Justicia. Liliana de García, su vicepresidenta y madre de Daniel, un joven que mataron barrabravas del Deportivo Morón en Paysandú, Uruguay, durante la Copa América que se disputó en 1995, destaca la colaboración que les prestó el ex árbitro: “Yo personalmente le tengo que agradecer a él mi último viaje a Uruguay. Porque me pagó el pasaje para que fuera a ver la causa de mi hijo. Antes había golpeado miles de puertas y no me escuchaban”.
Esta mujer hace nueve años que se traslada desde Buenos Aires a Paysandú, intentando aportar datos a un expediente que se empantanó hace tiempo por la desidia de un juez de paz local e innumerables trabas burocráticas. El suyo es un caso de perseverancia, pese a la trama de complicidades que también abarca a barrabravas, altos oficiales que pasaron por la Policía Bonaerense y punteros políticos que en su momento tuvieron predicamento en Morón. Desde allí habrían partido los asesinos de su hijo, Daniel, los mismos que encontraron coartadas hechas a medida para despegarse del crimen.
En la fundación, además de Rivero y García, trabajan Daniel Souto y Laura Barbieri, los padres de Daniel, aquel hincha de Racing que asesinó la barra de Boca en 1985; Nora de Roussolis, la mamá de Cristian, otro simpatizante de Independiente cuyo crimen se atribuye a barrabravas de River; y Alberto García, hermano del chico muerto en Paysandú. Todos los miembros de Favifa son familiares directos de las víctimas que, por decenas, se cuentan en la historia violenta de nuestro fútbol.
Un par de hechos recientes demuestran cómo funciona esta entidad uniendo voluntades o recolectando información. Hace unos días, la madre de Daniel Souto dio con otra madre, la de Ulises Fernández, aquel hincha de Huracán asesinado por la barra brava de San Lorenzo en diciembre de 1997 y la convocó a una reunión.
Además, cuando en la fundación se enteraron de que un ex barrabrava de River trabaja en un club porteño como técnico de un equipo de fútbol infantil, le avisaron a la mamá de Roussolis para que denunciara a uno de los supuestos implicados en la muerte de su hijo. Y es que en Favifa no quieren saber nada con que ciertos personajes les enseñen a los más chicos. Por el contrario, trabajan en conjunto con la liga más poderosa de fútbol infantil de la Capital Federal, FAFI, para crear conciencia sobre la violencia.
Favifa también recibe la cooperación de la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires; su actividad sería declarada de interés municipal en Morón y tiene previstas actividades hasta fin de año, como un festival musical que se realizaría en noviembre. Sus integrantes tampoco perdieron de vista los espectáculos futbolísticos, en torno de los cuales murieron sus familiares. Ya hicieron una bandera que dice “Apostemos a la vida y al deporte. Ayúdennos a erradicar la violencia”, que llevarán a los estadios cada fin de semana. Incluso, han ido más lejos. García sostiene que, “aunque nunca hemos tenido relación con Julio Grondona y la AFA, nos darían un pase para ir a las canchas y mostrar la bandera con nuestro mensaje”.
El acercamiento que se han planteado los miembros de Favifa con otras organizaciones de familiares no incluye a Juan Carlos Blumberg y al fenómeno político y mediático que él representa. “No estoy de acuerdo con lo que hace. Lo que dijo en su momento de Sebastián Bordón me pareció aberrante. Todos estamos en la misma y ninguna víctima debe tener privilegios”, concluyó la vicepresidenta de una entidad que quiere hacerse oír desde un ambiente como el fútbol y que, generalmente, no cierra por duelo.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.