Métodos como el de la foto, descolgándose de los paredones, usaron los hinchas para meterse en la cola de venta de las populares para el partido de mañana, que llegó a medir dos kilómetros de extensión. Los más estoicos habían hecho la cola durante toda la noche, y por eso la venta comenzó antes de lo anunciado ayer por la mañana: en cuatro horas se vendieron las 15 mil populares disponibles, lo que motivó que hubiera forcejeos y corridas. Un joven quedó desvanecido y con un corte en la cabeza, luego de la represión de la policía que, con sus bastones y protegidos por escudos, cargó contra la multitud que se encontraba en la avenida Lugones con la intención de adquirir las entradas.