Bielsa arrancó con Crespo y el primer tiempo terminó 1-1 con gol de Pochettino. Entró Bati y convirtió a los cuatro goles que cerraron el 5-1. Atajó Cavallero y Bielsa probó con Kily y el Piojo, sin Sorín.
Se estira Gabriel Batistuta y convierte en gol el centro paralelo del Gustavo López.
Gabriel Batistuta se reencontró con el gol, al convertir cuatro de los cinco tantos con los que la Selección de Marcelo Bielsa apabulló al campeón japonés, el Kashima Antlers, por 5-1, en el penúltimo partido de preparación para el Mundial de Corea-Japón 2002, que comenzará el próximo viernes. Si bien el encuentro jugado en la madrugada de ayer no es una medida como para influir en forma concluyente en la decisión del entrenador –quien tiene que decidirse por uno de los dos centrodelanteros del plantel– trae cierta tranquilidad, al menos en el sentido de que el goleador histórico del equipo nacional no se olvidó del gol y conserva su contundencia, a sólo nueve días del debut frente a Nigeria. Eso no es todo lo digno de señalar: Bati hizo los goles en apenas 45 minutos, ya que ingresó en el complemento en reemplazo de Hernán Crespo, que había sido puesto inicialmente como titular.
Pasaron nada menos que 116 días de sequía, desde el pasado 27 de enero, cuando Batistuta había anotado por última vez en el encuentro que la Roma derrotó por 2-0 al Piacenza. Cabe recordar que la pasada fue –en términos de eficacia en la red adversaria– su peor producción de goles en las once temporadas en las que participó del campeonato italiano. Para la Selección, hay que remontarse más lejos, ya que había anotado por última vez el 6 de octubre pasado ante Paraguay (2-2), en Asunción y por las eliminatorias mundialistas. Pero sus 55 tantos con la camiseta argentina, que lo convierten en el máximo goleador histórico, y su aspiración de aumentar la cifra de 9 en los mundiales –primero en ese rubro– dan sentido a este furioso regreso ante el vulnerable campeón japonés.
Tal vez la competencia con su compañero Hernán Crespo por el puesto de centrodelantero en el conjunto de Bielsa haya motivado el olfato goleador de Batistuta. En el ensayo frente al Kashima Antlers, Bati recuperó la seguridad en sus propias fuerzas y aportó argumentos a su favor para la difícil decisión del técnico.
Batistuta reemplazó ayer precisamente a Crespo en el segundo tiempo y se despachó con cuatro conquistas: a los 4, 15, 36 y 38 minutos del complemento. El encuentro terminó 5-1; Mauricio Pochettino abrió el marcador a los 7 del primer período, mientras que Nozawa empató transitoriamente para el Kashima a los 2 del segundo.
Los cuatro tantos de Batistuta, frente a un rival de poca jerarquía, son igualmente importantes, sobre todo si se tiene en cuenta que Crespo no pudo anotar frente al mismo rival. No sería desacertado suponer que en la cabeza del entrenador, el más veterano cuenta ahora con más chances de ser titular frente a Nigeria, el 2 de junio en Ibaraki. El rendimiento del hombre de la Roma fue contundente, sin embargo, Crespo tendrá seguramente su chance en el último amistoso que jugará el equipo ante los clubes locales FC Tokio y Sendai Vegalta (un tiempo frente a cada uno), el próximo martes.
En cuanto a la formación argentina, además del detalle de la titularidad de Pablo Cavallero en el arco, Bielsa arrancó con un cambio respecto de la alineación que, se presume, será titular en el debut. Claudio López arrancó como extremo izquierdo, relegando a Cristian González al puesto de volante por ese mismo sector; así la defensa compuesta por Pochettino, Roberto Ayala y Walter Samuel no estuvo respaldada por el retroceso de un marcador lateral clásico como Juan Pablo Sorín –uno de los últimos en unirse al plantel– quien en el segundo tiempo sustituyó a López, reacomodando el esquema.
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