Pasadas las 20, los médicos que lo asistían en el Sanatorio Mitre desconectaron el respirador artificial que mantenía con vida a Julián Alfaro, el esforzado piloto de Bragado que había sufrido un tremendo accidente el sábado, en el autódromo de Mar de Ajo, durante las pruebas de clasificación de la categoría Top Race V6. En coma 4, sin signos vitales, en un estado vegetativo irreversible, al corredor se lo mantuvo artificialmente con vida para que se pudiera cumplir su deseo de donar los órganos.
Alfaro, de 29 años, sufrió una tremenda lesión cerebral luego del impacto de su máquina contra una similar, tripulada por Julio Francischetti, que había quedado cruzada en la pista de Mar de Ajo. El Citroen del infortunado volante golpeó al coche detenido a una velocidad cercana a los 200 km/h. Nunca recuperó el conocimiento.
Como, aparentemente, Alfaro vio a último momento el auto cruzado quiso desviar la trayectoria, lo que provocó que el impacto no fuera frontal sino lateral. El efecto látigo sobre el cuerpo del piloto terminó resultando fatal. El casco le habría producido una fractura en la base del cráneo. Francischetti sufrió traumatismos en sus piernas y una fractura en el pie izquierdo, pero hoy será dado de alta.
Alfaro, que había nacido el 3 de diciembre de 1976 en Bragado, era habitué de la categoría Top Race desde su creación, en 1997. Al volante de una Honda Prelude y luego de una cupé Hyundai (que armó prácticamente él solo en el garaje de su casa, a fines de 2003 y comienzos de 2004) logró 4 triunfos. Este año fue invitado a conducir una unidad de la nueva Top Race V6, mucho más potente. Ayer a las 14 se le efectuó un último examen, con el que se comprobó que ya no existía actividad cerebral alguna, y algunas horas más tarde técnicos del Incucai procedieron a efectuar la ablación de los órganos.
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