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Un Vélez llamativamente nervioso y descontrolado desaprovechó una chance inmejorable de treparse a la punta, ya que apenas igualó 0-0 con Arsenal, que incluso contó con varias ocasiones para llevarse la victoria. El equipo de Liniers dominó el desarrollo, pero no generó demasiado riesgo. Además, terminó con diez hombres por la expulsión de Mariano Uglessich.
El desarrollo fue, al menos, curioso. Es que el trámite favoreció a Vélez por actitud ofensiva y por dominio territorial, pero Arsenal resultó mucho más peligroso y contó con cinco situaciones muy claras para colocarse arriba en el marcador. Es que las intenciones del equipo de Russo se diluían en tres cuartos ante el ordenado esquema defensivo de los visitantes. Por el contrario, con espacios a favor, los de Sarandí encontraban lugares para lastimar a la zaga adversaria. Sólo la ineficacia de Llama y de Hirsig al momento de definir les impidió colocarse en ventaja.
Lo de Vélez resultaba sorprendente, ya que se veía superado con sus armas habituales. En el medio no podía organizar su presión habitual –extrañó a Somoza–, atrás lucía llamativamente desordenado y Castromán y Zárate no lograban imponer su potencia. Y con el correr de los minutos, el panorama parecía seguir en ese sentido. Sin embargo, la expulsión de Uglessich, por un golpe a Llama, le dio otro aire a Vélez. Con diez y en un par de minutos, Castromán y Zárate pudieron abrir el marcador, pero dos excelentes respuestas de Caballero lo impidieron. Pero a esa altura, Vélez peleaba más de lo que jugaba, por eso se quedó con las ganas.
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