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No pudo Marcelo Domínguez cumplir su sueño de volver a ser campeón mundial de los cruceros. El invicto galés Enzo Maccarinelli lo venció por nocaut técnico en el noveno asalto, se quedó con el título interno de la categoría en la versión de la Organización Mundial de Boxeo, y le infligió la primera derrota antes de límite de su carrera en una pelea dura y cambiante que se realizó en el Millenium Stadium de Cardiff.
Bastante más bajo que su rival, Domínguez (89,811 kg) apostó a que su derecha voleada y su izquierda en gancho conmovieran a Maccarinelli (90,500 kg). Y aunque a lo largo de los nueve rounds, nunca el pugilista local estuvo en problemas, los ramalazos del argentino llegaron reiteradamente a la cabeza de Maccarinelli, quien acumuló diferencias a partir de un boxeo más lineal. Su izquierda en punta y su derecha recta o cruzada sacudieron los planos altos de Domínguez.
Sin embargo, fue el poderoso ascendente de derecha de Maccarinelli el golpe que terminó forzando la definición. Uno de ellos le provocó a Domínguez en el 6º round una inflamación en el ojo izquierdo. Y otro que estalló en su cara en el 9º asalto lo sacó de la pelea. Domínguez cayó con su cuerpo vencido contra las cuerdas e hizo el esfuerzo por seguir apelando a su indiscutible coraje. Pero el árbitro Paul Thomas lo vio en malas condiciones y, acertadamente, decretó el nocaut técnico cuando el argentino ya había dado lo mejor de sí.
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