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Deportes|Jueves, 23 de noviembre de 2006
CONDENAS LEVES PARA DOS HINCHAS CARACTERIZADOS DE RIVER

Cuatro días locos en barra

Por provocar a los hinchas de Boca, la Justicia contravencional los condenó en suspenso. Pero sirve como antecedente.

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La bandera que condenó a los barras de River.

Dos condenas leves resultaron del juicio oral y público al que fueron sometidos dos líderes de la barra brava de River, Alan Schlenker y Hugo Adrián Rousseau, por haber incitado a la violencia en el superclásico contra Boca disputado en marzo. Esta condena opera como antecedente en caso de que se aplique formalmente el derecho de admisión en los estadios de Primera.

Schlenker, que siempre rechazó las imputaciones y aseguró que no era él quien portaba la bandera, fue condenado a cuatro días de arresto en suspenso, a no poder concurrir a los cuatro próximos partidos de ese club como local y a una multa de 400 pesos; en cambio, Rousseau admitió su responsabilidad y se sometió a un juicio abreviado en el que fue condenado a dos días de arresto en suspenso, a la prohibición de concurrir al estadio de River dos partidos y al pago de 400 pesos a una institución benéfica de La Boca.

La sentencia fue dictada por el juez contravencional Ricardo Baldomar. Antes de conocerse la condena, el fiscal contravencional Sergio Lapadú había pedido para Schlenker cuatro días de arresto de cumplimiento efectivo y un año de prohibición de entrada a los estadios, pero el magistrado optó por una pena menor. La pena reclamada por Lapadú era casi el máximo previsto por el artículo 98 del Código Contravencional porteño, que castiga a quien incite a la violencia o perturbe a otra parcialidad. Ese articulado reprime con multas de 200 a 1000 pesos o arresto de uno a cinco días a quien provocara en un espectáculo deportivo a la parcialidad contraria.

El fiscal, quien había solicitado un año de no concurrencia a los estadios para Schlenker, dijo que “hubiera preferido una pena de efectivo cumplimiento”, aunque ponderó la tarea de la Justicia contravencional que, aseguró, “demostró que está trabajando” en la cuestión de la violencia en el fútbol. “La sentencia no está firme, y la defensa tiene cinco días para apelar”, explicó Lapadú. En caso de que los abogados del hincha apelen, lo que seguramente ocurrirá, Schlenker podría seguir yendo al estadio hasta que el fallo quede firme, aclararon voceros judiciales.

Schlenker y Rousseau fueron acusados de haber exhibido, durante el superclásico del pasado 26 de marzo, una bandera que decía “Boca jugador número 6”, lo cual fue filmado desde la sala de situación de la Policía Federal. Esta bandera habría sido una mofa debido a que la hinchada de Boca –que se autodenomina “la 12”, a propósito de considerarse el jugador nº 12 del equipo– concurrió a un Mundial de Fútbol 5 que se realizó en el estadio de Obras Sanitarias, y en ese momento ya se sabía que luego no asistiría al Mundial de Alemania, donde iban a encontrarse con simpatizantes de River.

Los hinchas estaban ubicados en la popular sur alta de la Bombonera y tras corroborar las imágenes, Lapadú hizo la denuncia de oficio. Durante la audiencia, Schlenker se negó a declarar y luego fueron interrogados como testigos policías que lo identificaron en la sala de situación junto a Lapadú.

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