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Deportes|Domingo, 3 de diciembre de 2006
ARGENTINA PIERDE 2-1 ANTE RUSIA EN LA FINAL DE LA COPA DAVIS QUE SE DISPUTA EN MOSCU

Una caída que tiene demasiado sabor a derrota

La dupla Nalbandian-Calleri estuvo muy por debajo de su nivel y perdió casi sin oponer resistencia en tres sets ante los rusos Safin y Tursunov. Ahora la serie se complicó muchísimo, ya que hay que ganar los dos singles. A las 7 arrancan Nalbandian-Davydenko y luego van Acasuso-Safin.

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Nalbandian volea con esfuerzo, mientras Calleri sufre el punto. La dupla argentina no tuvo ninguna chance.

La Ensaladera de Plata está un poco más lejos. Las chances de alzarla por primera vez en la historia siguen posibles, pero la derrota en el dobles golpeó con fuerza las ilusiones del equipo argentino. David Nalbandian Y Agustín Calleri fueron una sombra en el tercer partido de la final de la Copa Davis y cayeron de manera contundente 6-2, 6-3, 6-4 ante Marat Safin y Dmitri Tursunov, en el estadio Olímpico de Moscú. Lejos del nivel que mostró en la primera jornada, Nalbandian desplegó un deslucido rendimiento, tuvo problemas con su servicio y apenas acompañó a Calleri, que también estuvo errático. Los rusos, muy sólidos, superaron a los argentinos en base a su potencia y dejaron la serie 2-1, un resultado que los deja en las puertas de su segunda Copa Davis. Argentina deberá protagonizar una jornada histórica si pretende quedarse con el mítico torneo. Hoy, desde las 7 (televisa TyC Sports), Nalbandian chocará ante Nikolai Davydenko y, a continuación, José Acasuso jugará ante Safin.

Los equipos llegaban al partido sumergidos en realidades diferentes. Porque, si bien la serie estaba igualada 1-1, el contundente triunfo de Nalbandian ante Safin había dejado un legado de optimismo para encarar el dobles. Bajo este escenario, se producía la primera sorpresa: Mikhail Youznny, con molestias musculares, cedía su lugar a un golpeado Safin. Pero su sed de revancha, sumado a un Tursunov inspirado, rápidamente inclinaron la balanza. La pareja argentina arrancó el partido por debajo de su nivel. Nalbandian, por momentos casi desorientado, y Calleri, muy impreciso, fueron las principales razones para explicar por qué Rusia se llevó el primer set por un cómodo 6-2.

El equipo argentino casi no tuvo tiempo para reaccionar. Los rusos, apoyados en la efectividad de sus saques (Argentina nunca pudo quebrar, ni siquiera contó con un break point), jugaron con la misma intensidad y potencia que en el primer set y quebraron en el cuarto juego. La víctima: Nalbandian. Al igual que en su travesía por el Masters de Shanghai, el unquillense padeció su irregular rendimiento a la hora de sacar. El cordobés cedía por tercera vez su servicio y comenzaba a dar muestras de su frustración. Del otro lado, la pareja rusa potenciaba esa sensación. “Es muy difícil explicar lo que pasó. Por mi parte saqué muy mal, me quebraron las tres primeras veces. No podía sentirme cómodo en la cancha. Ellos jugaron demasiado bien”, reconoció Nalbandian.

Sólidos tanto desde la base como en la red, Safin y Tursunov sacaron provecho de los continuos errores de la pareja argentina y se impusieron en el segundo parcial 6-3. En una hora exacta de juego los rusos manejaban con comodidad el partido, ante un pareja argentina que no encontraba las vías para destrabar la eficacia del planteo de los locales. “Jugamos decididamente mal. Nunca nos dejaron entrar en ritmo, ni jugar con el servicio de ellos. Ellos jugaron sólidos desde el primer punto, desde el primer juego”, analizó Nalbandian.

El tercer set no fue la excepción. “No siento la pelota”, se escuchó decir a Nalbandian. Esa fue la muestra más clara para reflejar que el argentino no sólo estaba jugando muy lejos de su nivel, sino que, además, era muy difícil pensar a esa altura en una posible recuperación. Un temprano quiebre sobre el saque de Calleri (el primero del partido) comenzó a sentenciar la derrota. Pese al trámite adverso, el riocuartense intentó cargarse al hombro el partido, pero la poca ayuda de Nalbandian, sumado al notable nivel de los rusos, desembocaron en un 6-4 y en una derrota que compromete las chances argentinas.

“No jugamos nada bien y los rusos estuvieron demasiado precisos. Ellos sacaron bien, devolvieron bien, estuvieron sólidos y no bajaron el ritmo en ningún momento. David ayer (por el viernes) había jugado espectacular y hoy me dijo que no sentía la pelota. Son cosas que pasan”, explicó Calleri. “Todavía tenemos chance, creo que tranquilamente podemos ganar los dos partidos restantes. Así que mañana con todo”, adelantó Nalbandian. Revertir la serie tiene mucho sabor a hazaña.

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