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Corría la temporada ’94/’95 y Estudiantes afrontaba el operativo retorno, tras el descenso decretado un par de meses antes en la cancha de Lanús. Casualmente, el entrenador del ocasional verdugo, Miguel Angel Russo, regresaba a La Plata en dupla con Eduardo Manera para devolver al conjunto platense a la primera división. Junto con ellos llegaba desde Córdoba un arquero joven que se destacaba en Belgrano y ya había debutado en la Selección Argentina: Carlos Bossio. En el club todavía permanecía un goleador que sería clave para el ascenso: José Luis Calderón. Y desde las inferiores asomaba un jugador que, después de romperla allí y en Boca, disfrutaría de diez temporadas en el fútbol europeo para tener un regreso triunfal en esta temporada: Juan Sebastián Verón. Doce años más tarde, una declaración poco feliz de Diego Galván vuelve a juntar a tres de los pilares de aquel Estudiantes campeón de la B Nacional.
La derrota de Boca en Córdoba y el empate de Estudiantes ante Argentinos postergó la definición del Apertura para el domingo, cuando el equipo de Ricardo La Volpe reciba a Lanús y el de Diego Simeone se enfrente a Arsenal. Y para Estudiantes, la única oportunidad pasa por ganar su partido y que Boca pierda el suyo para forzar una final. De esa forma, los rumores de incentivación comenzaron a correr muy rápido. Tanto que desde el propio plantel de Estudiantes surgió hasta el nombre de los supuestos involucrados.
Ante una supuesta posibilidad de incentivación, Galván se tomó mitad en broma la cuestión, pero dio una pista rara. “Sobre ese tema les tienen que preguntar a Verón y a Calderón. No sé si habrá un llamadito”, contestó el mediocampista, cuyo pase pertenece a River. Lo concreto es que los dos referentes de Estudiantes son amigos de Bossio, el capitán de Lanús, desde aquella época en que eran compañeros. Incluso, hace tres semanas, cuando los jugadores armaron aquella reunión en el hotel Hilton en la que trataron la posible suspensión del fútbol, Verón, Calderón y Bossio fueron de los líderes que comandaron la convocatoria.
Del otro lado, Bossio le restó trascendencia al tema y mostró un discurso convincente. “Siempre se habla de esto y no sé si existe o no. Pero para nosotros la única incentivación que existe es jugar en la Bombonera ante un marco de público impresionante. Nosotros tenemos un premio estipulado por ganar que nos da el club y nos vamos a matar por ello”, señaló el arquero, que igual se refirió a su amistad con los jugadores de Estudiantes. “Siempre hablo y estoy en contacto con ellos. Así que si en estos días hablo no tiene importancia porque siempre lo hago”, explicó el portero.
Más allá de las versiones de una posible incentivación, el discurso unificado en Estudiantes pasó por la obligación de ganar el compromiso como local ante Arsenal, para después sí fijarse en lo que ocurra con Boca. “Para nosotros, ya es muy importante haber llegado a forzar una definición en la última fecha. Siempre corrimos desde atrás, así que es muy bueno seguir con posibilidades”, indicó Verón, que además aseguró que todavía piensan que es factible conseguir el título. “La fe y las esperanzas están intactas, como antes de jugar con Argentinos. Boca no puede especular”, señaló.
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