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El interventor de la Federación Italiana de Fútbol, Luca Pancalli, admitió ayer que “la suspensión del fútbol en el país se extenderá hasta que se adopten las medidas drásticas y necesarias que me devuelvan la serenidad y me permitan rever mi decisión”. De acuerdo con lo que dijo el funcionario, la resolución pasó por un tema de conciencia. “Reitero que adopté esta decisión solo y por una cuestión de conciencia”, explicó Pancalli, tras abandonar la sede del Comité Olímpico Italiano y confirmando que el fútbol italiano seguirá parado por tiempo indeterminado, como se informó el viernes tras el asesinato del policía Filippo Raciti (foto) en el clásico Catania-Palermo. Los hechos violentos que se cobraron la vida de Raciti dejaron, además, un saldo de 71 heridos. Por los incidentes, la policía italiana detuvo a 22 personas, entre ellas nueve menores. Mientras tanto, el presidente de Catania, Antonio Pulvirenti, anunció su renuncia al cargo, conmovido por lo sucedido. “No pude dormir por lo que pasó. Por eso, pensé y lo decidí: renuncio”, señaló Pulvirenti.
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