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Deportes|Miércoles, 28 de agosto de 2002
PELLEGRINI Y EL “PROBLEMA” QUE QUISIERAN MUCHOS TECNICOS

Sobran piezas en este rompecabezas

La goleada de River sobre Estudiantes impactó también por lo que insinuó: la posibilidad de un equipo formidable en el que cueste definir quiénes son los titulares. La riqueza del plantel del líder, especialmente del medio hacia delante, es notable.

Por Pablo Vignone
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El caso de Manuel Pellegrini es envidiado por propios y ajenos. El entrenador chileno se enfrenta al problema que todos los técnicos –y la mayoría de los futboleros, que alientan el papel en un rincón de su corazoncito– quisieran poder resolver: ¿cómo armar el mejor equipo posible cuando le sobran figuras en el plantel? Los 35 minutos de ensueño que jugó River en La Plata, el domingo, han hecho delirar a los hinchas y puesto a pensar a los analistas sobre el potencial de un equipo que, hasta esta fecha, no había sobresalido sobre sus rivales en un torneo que es, llamativamente, más interesante y está mejor jugado que los anteriores. Pero la goleada y el nivel que mostró el equipo con presuntos suplentes (Fuertes en lugar de Cavenaghi, Luis González ocupando una plaza en ausencia de D’Alessandro) muestran las dos caras de la moneda que todos quisieran tener en su bolsillo. ¿A quién poner? ¿A quién sacar?
Del medio hacia adelante es donde Pellegrini enfrenta los desafíos más atractivos. Cuando se lesionó Fernando Cavenaghi, en la primera fecha contra Newell’s, River apuró la contratación de un centrodelantero y así llegó Esteban Fuertes, aunque en el plantel también estaba Maxi López, que jugó un par de partidos. Sin descuidar a Nelson Cuevas, el paraguayo que se asentó tras el Mundial y que ha sido carta de gol, pero que parece más efectivo cuando entra como refresco en el complemento.
Recuperado medianamente Cavenaghi, ahora disputa el puesto con Fuertes, mientras López quedó un tanto relegado, porque el otro delantero indiscutible es Alejandro Domínguez. De golpe, Pellegrini tiene un problema de la altura del que “sufría” Marcelo Bielsa en la Selección con Batistuta y Crespo: ¿pueden jugar juntos dos centrodelanteros?
“Podemos –opinó Fuertes ayer–. En realidad, todos lo podemos hacer con todos. Lo que pasa es que tenemos las mismas características.” Cavenaghi coincidió en que “es posible jugar con dos centrodelanteros”. ¿Y qué dice Pellegrini? “Las variantes se hacen en los entrenamientos –apunta el entrenador–. Ahí se ve si los jugadores pueden jugar juntos o no. No en la teoría sino en la práctica. Hay que trabajarlo y no tirarlo directamente en los partidos.”
Domínguez es inamovible, porque es el jugador de mejor rendimiento de los últimos partidos, por desequilibrante y porque también llega al gol. Para jugar con dos centrodelanteros, Pellegrini debería sacarlo, lo que suena a herejía, hacerlo jugar por afuera –que no parece lógico– o retrasarlo, lo que le agregaría otro “problema”. Es dudoso entonces que River juegue contra Huracán con esa variante, especialmente porque todavía no considera totalmente repuesto a Cavenaghi. “De Fuertes esperábamos esto –analizó Pellegrini–. No porque haya hecho dos goles sino porque lo veíamos muy bien en los entrenamientos, física y futbolísticamente. Cavenaghi tiene que ponerse a punto jugando, y retomará su nivel.”
En el medio, también surge un drama similar. Andrés D’Alessandro asomaba en la previa como líder del equipo, pero sólo jugó menos de 90 minutos. Ahora está cerca de volver pero, ¿cómo modifica entonces Pellegrini su esquema para darle lugar al campeón mundial Sub-20? Porque, contra Estudiantes, la rompió Lucho González con una función más o menos parecida.
Con Astrada y Zapata dedicados a la contención, la entrada de D’Alessandro implica necesariamente la salida de González o eventualmente de Coudet, un jugador que se ha convertido en un emblema de este equipo. Nadie prescindiría de él por libre decisión.
“La recuperación de D’Alessandro está dentro del plazo previsto -explicó el chileno–. No queremos apresurar su vuelta. Ya veremos cómo está para el fin de semana. Lo veo muy motivado. Ojalá que se recupere pronto porque lo necesitamos.” D’Alessandro no descartó ayer su presencia ante Huracán, pero tampoco hay apuro por su retorno. “River demostró que no depende de D’Alessandro para generar su fútbol –opinó Domínguez–. Lucho González tuvo un muy buen partido contra Estudiantes, necesitabacontinuidad.” Lo cierto es que no hay muchas variantes en ese puesto: el regreso de D’Alessandro implicará la automática salida de González.
De todas formas, las alternativas de las que dispone Pellegrini, muy atractivas sobre el papel, podrán ser ensayadas en la Copa Sudamericana, que arranca la semana que viene, y que junto al Apertura le ofrecen a River un apretado calendario –siete partidos en septiembre, ocho en octubre–, pero una oportunidad para experimentar con el paladar.
Pellegrini no quiere mostrar euforia anticipada, y por eso asegura que no es River el que tiene el mejor plantel de este campeonato. “Independiente y Boca invirtieron mucho más dinero que River –recuerda–. Eso, en lo teórico, porque después en la práctica lo tienen que demostrar los jugadores. Recién van cinco fechas y no se puede hacer una evaluación para decir que el nuestro es el mejor plantel. Pero sí puedo señalar que estoy muy conforme”, afirmó.
En el fondo hay menos dudas. La línea de tres que utilizaba Ramón Díaz (Garcé-Ayala-Rojas) se afirmó con el ingreso del consolidado Demichelis y la ampliación consecuente a cuatro, más tradicional, a la que Pellegrini estaba apegado. Cuando el veterano Angel Comizzo se reponga de su distensión en el gemelo derecho, recuperará su puesto –probablemente juegue el domingo contra Huracán–, pero con la tranquilidad de saber que su reemplazante –José María Buljubasich– no tuvo altibajos cuando le tocó jugar.
“River tratará siempre de jugar un buen fútbol –dijo Pellegrini ayer–. La gente que asiste a la cancha va a ver un espectáculo futbolístico, que es distinto del de un teatro o cine. Pero ya lo dije antes: la parte principal del evento es que el equipo gane, porque si se juega bien y no se consiguen los tres puntos, el espectáculo no existe”, puntualizó. En River no esté tan seguro, Ingeniero...

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