Imprimir|Regresar a la nota
Deportes|Jueves, 15 de noviembre de 2007
CONFERENCIA MUNDIAL ANTIDOPAJE

Por la adopción de un nuevo código

¿Endurecimiento o relación? Esa será la cuestión que se discutirá en Madrid

Por Sebastian Fest
/fotos/20071115/notas/na26fo01.jpg
El canadiense Richard Pound, presidente saliente de la Agencia Mundial Antidoping.

La lucha contra el doping vivirá tres días clave a partir de hoy en Madrid, cuando gobiernos de todo el mundo y la plana mayor de la dirigencia deportiva mundial se reúnan para responder a una pregunta tan clara como compleja: ¿endurecimiento o relajación?

“Espero que quien me suceda decida enfrentarse al ‘lobby’ que quiere moderar la lucha contra el doping”, dijo recientemente Richard Pound, el canadiense que está a punto de despedirse de la AMA (Agencia Mundial Antidoping), una entidad a la que marcó con su impronta.

Directo, ácido, irónico y a veces provocador, Pound es un ex nadador olímpico que llegó a la presidencia de la AMA en 1999. Dos años después se llevaría la desilusión de su vida al ver cómo Juan Antonio Samaranch apoyaba a Jacques Rogge como presidente del COI. Desde entonces, la lucha contra el doping tiene en Pound a su máximo adalid.

La cita de Madrid es sumamente compleja. Pound creía hasta hace unas semanas que el francés Jean François Lamour –ex campeón olímpico de esquí, ex ministro de Deportes de su país y vicepresidente de la AMA– lo sucedería en el cargo. Pero Lamour renunció inesperadamente, enfureciendo a la Unión Europea (UE), que se quedó sin candidato, y dejándole el camino libre a John Fahey, ex ministro de Finanzas australiano.

“Los europeos están avergonzados, Francia está avergonzada y yo estoy avergonzado”, dijo con dureza Pound al escuchar cómo Lamour, su vicepresidente durante un año, descalificaba la política de la AMA.

Tras perder la carrera política –otra vez–, Pound se concentrará ahora en lograr la aprobación de un nuevo código mundial antidoping que renueve el de 2004 y permita dar nuevos pasos en una lucha cada vez más compleja.

Las propuestas son muchas: elevar a cuatro años la sanción mínima para un positivo de esteroides, intentar lograr una suerte de “muerte civil deportiva” para el entorno de los atletas cuando dan positivo y promover la reducción de sanciones a aquellos deportistas que contribuyan a desbaratar redes de dopaje.

A su vez, se flexibilizarán las sanciones para determinadas sustancias y situaciones, entre ellas los positivos por cannabis, no así la cocaína, que seguirá siendo una sustancia sancionable con dos años de suspensión en el primer positivo. El caso del tenista argentino Mariano Puerta demostró a su vez que había una imprevisión en el código respecto de qué hacer ante una segunda sanción, otro tema a solucionar en Madrid.

También se intentará aprobar la descalificación de todo un equipo si uno de sus integrantes da positivo, así como impedir la postulación como sede de eventos deportivos de aquellos países que no hayan ratificado la Convención de la Unesco contra el Doping en el Deporte.

“El doping es un muy serio problema de salud pública”, enfatiza David Howman, director general de la AMA y mano derecha de Pound, que desea que el código tenga vigencia a partir del 1o de enero de 2009. Howman, que conoce hasta el más mínimo detalle de los entresijos del código mundial antidoping, pinta un complejo panorama para el futuro: el experto australiano Michael Ashenden ya le dijo que existen “treinta variantes diferentes de EPO”, y el italiano Sandro Donati puso el acento en “el gigantesco negocio que es el tráfico de esteroides, elaborados en laboratorios caseros en China y otras partes del mundo”.

Contra lo que esperaban, Pound y Howman obtuvieron mejores y más sólidos apoyos de los gobiernos que de muchas federaciones internacionales. Por eso, el aún director general de la AMA amenaza a las grandes estrellas que apelan al doping. “Tenemos muchos recursos, no sólo los análisis de orina y de sangre. Marion Jones admitió lo que hizo porque estaba amenazada con ir a prisión por bastante tiempo. Trabajamos con los gobiernos.” Curiosamente el fútbol, el deporte más popular del mundo, estará representado sólo a nivel técnico. Joseph Blatter, presidente de la FIFA, no estará en Madrid “por problemas de agenda”. La FIFA estará representada por su director médico, Jiri Dvorak.

Y un encuentro genera expectativa, el de Pound y Samaranch, que en las últimas semanas se lanzaron durísimos comentarios y críticas. Habrá cientos de personas reunidas, pero difícilmente puedan evitar cruzarse. Importa menos que el nuevo código mundial antidoping, pero lo cierto es que muchos pagarían por saber qué se dicen.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.