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Tigre consiguió ayer el triunfo más importante de su sorprendente campaña en su regreso a Primera, que le permite llegar a la última fecha del torneo Apertura con chances de obtener el título. Perdía con Boca, pero se recuperó y lo dio vuelta, con goles de Lázzaro y Morel, para llevarse la victoria. Ahora, para concretar su sueño de campeón, deberá vencer el domingo a Argentinos, en La Paternal, y esperar una derrota de Lanús, lo que forzaría una final con el conjunto granate, tal como sucedió el año pasado entre Boca y Estudiantes.
Con la lección que le dio Arsenal el último domingo todavía fresca, Boca salió a enfrentar a Tigre con actitud similar a la que mostró en el segundo tiempo ante los de Sarandí, presionando al rival y tratando de jugar cerca del arco de Islas. Así, el peligro no tardó en llegar. Primero probó Ibarra, pero el arquero de Tigre resolvió. Y después, a los 8 minutos, tras un centro del formoseño, que agarró mal parado a Morero, Palacio entró por el segundo palo y sacó un centro para Palermo, que entró por el otro lado para asegurar la pelota y poner el 1-0.
La ventaja del equipo de Russo obligó a los de Cagna a replantear el partido y salir a buscar más arriba. Eso le permitió a Boca contar con algunas chances de contraataque, que no prosperaron por la buena actuación de Islas. También ayudó el travesaño, que contuvo un violento derechazo del colombiano Vargas que bien pudo ampliar la diferencia.
Por el lado de los locales, que buscaban abrir la cancha por el lado de Galmarini y complicar con centros al área, las oportunidades eran más livianas, salvo un cabezazo de Ereros que despejó Battaglia en la línea, el resto fueron disparos más o menos controlables a las manos del arquero. Pero todo cambió en el complementario, porque fue Tigre el que trató de jugar la pelota y Boca, obligado a defenderse, comenzó a sufrir los avances cada vez más peligrosos del local. Rusculleda, habilitado por Ereros, tuvo una clarísima pero definió de zurda al cuerpo de Caranta. Luego lo tuvo Ereros, pero Caranta, que ya se iba convirtiendo en figura obligada, volvió a negarle el empate.
Boca no encontraba espacios ni la pelota, y estaba desorientado en todas sus líneas. Por eso no extrañó que el trámite cambiara por completo cuando Tigre, tras un centro que llegó por la derecha, consiguió el empate. Krupoviesa, que intentó cerrar, se pasó de largo y Morel, que entró sin marca el segundo palo sacó un remate cruzado que pegó en el palo izquierdo de Caranta y cuyo rebote tomó Lázzaro para meterla de atropellada.
No llegó a acomodarse Boca a la idea de esa igualdad, que los de Victoria volvieron a asestar su segundo golpe, esta vez para el nocaut. Boca, que había perdido a Benega por lesión, perdió la pelota en el medio y generó un contragolpe fenomenal. Morel recibió el pase y descargó para Lázzaro, el mejorcito entre los locales, quien devolvió la pared con justeza para que el volante definiera con otro remate cruzado, que esta vez no encontró respuesta en el arquero de Boca.
Nada pudo hacer Boca para contrarrestar el golpe; apenas un buen remate de Battaglia alumbró la ilusión de un empate, pero el arquero Islas volvió a demostrar sus condiciones enviando al corner. Los cambios ensayados por Russo –Boca terminó jugando con tres delanteros– no hicieron sino postergar la fiesta que el pueblo de Victoria terminó desplegando en la tribunas del estadio, incluso antes de que el partido terminara. Tal era el dominio sobre el espectral equipo boquense que, como le sucedió un año atrás cuando el equipo de La Volpe se mancó en el último tramo del torneo.
2-TIGRE
Islas; Morero, Ferrero, Blengio; Galmarini, Castaño, R.Martínez, Rusculleda; Morel; Ereros, Lázzaro.
DT: Diego Cagna.
1-BOCA
Caranta; Ibarra, Maidana, Morel Rodríguez, Krupoviesa; A.González, Battaglia, Banega, Vargas; Palacio, Palermo.
DT: Miguel Russo.
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