En noviembre de 1998, el gobierno de los Estados Unidos le negó la visa de entrada a Tarpischev, que viajaba con el equipo de Copa Davis a enfrentarse con los Estados Unidos. Después de una gestión, Tarpischev logró entrar, pero su equipo perdió. No es el único dirigente deportivo ruso con problemas semejantes. En abril de este año, al presidente de la Federación Rusa de Lucha Grecorromana, Mikhail Mamiashvili, ex campeón olímpico, mundial y europeo de la disciplina, Finlandia le negó la visa para entrar al Campeonato Europeo, pese a que Mamiashvili es también vicepresidente de la Federación Internacional.
El ex coronel del Ejército Rojo es una de las figuras más influyentes de la escena deportiva rusa actual. Pese a que es miembro del Comité Olímpico de su país, “ocasionalmente se mete en problemas tratando de entrar en otros países, y nadie explica el porqué de esas dificultades”, publicó el periódico ruso Izvestia. La Cancillería finesa quedó perpleja por el nivel de las presiones diplomáticas oficiales rusas, que terminaron por argüir que Mamiashvili es un amigo muy cercano del actual presidente Vladimir Putin.
Finlandia no accedió, finalmente, a permitir el ingreso de Mamiashvili. Es que su policía sospecha que es uno de los 20 padrinos más poderosos de la mafia rusa...
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