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Deportes|Domingo, 10 de febrero de 2013

Un negocio que se frustró

Por Gustavo Veiga

A mediados de 1997, la AFA se había asociado para montar un potencial gran negocio con Alejandro Enrique Mascardi, el hermano de Gustavo, empresario todopoderoso que fuera actor influyente en el mercado de pases de aquellos años. Ese emprendimiento consistía en juegos telemáticos de fútbol a realizarse por medio de una línea 0600. Para ello se firmó un contrato entre la asociación y Fútbol Game S.A, la compañía ideada por los Mascardi, y en la que era director Gustavo Mario Meller. Los servicios de lobby corrían por cuenta del ex guerrillero devenido en empresario, Rodolfo Galimberti.

El convenio de ocho carillas firmado en representación de la AFA por Grondona y Rubén Raposo, el secretario administrativo, estipulaba en su artículo 1 que la asociación cedía a Fútbol Game “en forma exclusiva los derechos de explotación y uso sobre los resultados y/o alternativas de los partidos de fútbol de los torneos que organiza AFA (Primera División A, Torneo Clausura y Apertura, Primera Nacional B y Primera B) y selecciones nacionales en la medida que los derechos de explotación y uso puedan ser cedidos y los que organice en el futuro, cualquiera fuera su denominación, para que con ellos se implementen los juegos de apuesta que se formalizarán mediante un servicio telemático”.

La cesión violaba el artículo 8 de la ley del Prode (24.199) ya que todo juego que contiene pronósticos deportivos debe ser regulado por la Lotería Nacional. Fútbol Game se había constituido tres días antes de la firma del contrato que tenía una extensión de tres años. La empresa podría haber alcanzado una facturación promedio bruta de 35 millones de pesos anuales (dólares de la convertibilidad). El negocio nunca se llevó a cabo por la polvareda que levantó.

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