Los 15 mil hinchas de River que lo vieron desde el Monumental afrontaron la derrota sin reproches y con la expectativa de revertir el marcador la semana próxima. Los simpatizantes, apostados en la platea Almirante Brown, observaron el partido en las cuatro pantallas (las dos más grandes de 12 por 9 metros) bajo un clima similar al de cualquier clásico. El relato del periodista partidario Atilio Costa Febre que se oía por los altavoces contribuyó a otorgarle ese clima. El gol de Schiavi encontró a la multitud en silencio, pero las expulsiones de Gallardo y Cascini provocaron el inmediato “y pegue, River, pegue”. El segundo tiempo fue más tranquilo. La mínima diferencia mantuvo en calma a la parcialidad, y sólo las intervenciones de Eduardo Coudet exasperaron a los hinchas.
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