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Economía|Viernes, 28 de marzo de 2008
EL EX MINISTRO ROBERTO LAVAGNA, DESPUES DEL ACTO EN PARQUE NORTE

“La convocatoria es buena señal”

En esta entrevista, el ex ministro de Economía defiende las retenciones como medida redistributiva. Sostiene que el discurso de la Presidenta de ayer marcó “un antes y un después”, porque convocó al diálogo y diferenció entre los productores.

Por Sebastián Premici
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Roberto Lavagna advirtió sobre “los factores que operan para dividir a la sociedad”.

Roberto Lavagna, ex ministro de Economía de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner, aseguró a Página/12 que el discurso pronunciado ayer por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner es el primer paso para calmar los ánimos e intentar acercar posiciones entre el campo y el gobierno nacional. El ex candidato presidencial se pronunció a favor de las retenciones como una medida redistributiva y advirtió que existen “factores que pretenden dividir a la sociedad”.

–¿Cuál es su evaluación del discurso pronunciado por Cristina Fernández de Kirchner?

–En principio fue diferente al del martes pasado. Hay tres elementos para tener en cuenta. Primero, la Presidenta realizó una distinción entre los grandes pools de siembra, que se rigen por la especulación financiera, de los pequeños y medianos productores. Segundo, dijo que “humildemente” convocaba al diálogo y, por último, admitió que las puertas de la Casa Rosada estaban abiertas. Estos tres elementos tienen que ser tomados para realizar un diálogo en serio, para que las dos partes –el Gobierno y el campo– pongan sobre la mesa ideas concretas y evalúen un plan de mediano y largo plazo. Acá los reproches no sirven.

–¿Cómo debería ser ese plan?

–Un plan de estas características no se hace de un día para el otro. Básicamente habría que aumentar la producción, delineando un programa que apunte a las 120 millones de toneladas de diferentes cultivos, 170 millones de cabezas de ganado, implantar 10 millones de hectáreas para pasturas, promocionar el uso adicional de fertilizantes en cinco millones de litros. Y, sobre todo, generar diferentes acuerdos entre la Nación y las provincias.

–¿Es decir que habría que coparticipar las retenciones, tanto las del agro como las de otros sectores?

–Una nueva ley de coparticipación resulta esencial, pero tampoco se puede sancionar de un día para el otro. Durante la campaña presidencial del año pasado presenté un plan que se había finalizado en mayo de 2003. En la década de 1990, los pactos entre la Nación y las provincias eran habituales. Con ese mismo mecanismo, generando pactos ad hoc, la Nación debería ceder una parte de sus ingresos y así descomprimir un poco la situación.

–El Ministerio de Economía elaboró un documento que indica que la suba de las retenciones no disminuyó los ingresos del campo. ¿Cuál es su opinión?

–Eso ya sería hilar muy fino y es algo que no me compete decir a mí.

–¿Pero concuerda con que las retenciones son una medida redistributiva?

–Sí, por eso las defendí cuando estaba en el gobierno. De todas maneras, el tema no puede simplificarse diciendo que las retenciones son buenas o malas. En el discurso del martes, la Presidenta incluyó a todos en la misma situación. Sin embargo, las palabras de ayer marcan un antes y después, porque supo diferenciar entre los que especulan con el agro y los pequeños productores. No es un dato menor.

–¿Cree que el campo está en contra del modelo económico de los Kirchner?

–Evidentemente, detrás de todo esto hay una discusión de fondo que es por el modelo económico. Cuando se llega a estos niveles de virulencia, las situaciones pueden ser muy tensas, por lo que hay que ser prudentes. Lo positivo es que ayer se llamó al diálogo. De todas maneras, habría que tener en claro que no todos saldrán contentos de este conflicto. Hay factores que operan para que haya una división de la sociedad. Por eso la convocatoria al diálogo es una buena señal.

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