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Economía|Viernes, 13 de junio de 2008
SE ENDURECE EL LOCKOUT TRANSPORTISTA Y CAE LA OFERTA DE ALIMENTOS

Agotan góndolas y paciencias

Por Sebastián Premici
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En el área metropolitana, la escasez va in crescendo.

Los cortes de ruta son estratégicos, están hechos por gente del oficio, por lo que tienen un buen planteo de logística. Por eso es difícil encontrar caminos alternativos.” Con esta frase, un dirigente del sector supermercadista resumió a PáginaI12 las dificultades para abastecer de alimentos al interior del país –hecho que viene sucediendo desde hace siete días– sumado a los problemas que ya comenzaron a sentirse en Capital Federal y Gran Buenos Aires. Las dificultades en la distribución y elaboración de alimentos no es igual en todo el país. Lejos se está de entrar en una “economía de guerra”, como describió a principios de semana Alfredo De Angeli, titular de la Federación Agraria de Entre Ríos. Sin embargo, entre el lockout agropecuario y de los transportistas, ya se perdieron millones de litros de leche, los niveles de faena en todo el país están por debajo del 50 por ciento –según fuentes oficiales– y los industriales panaderos amenazaron ayer con iniciar un lockout en repudio a las medidas de fuerza del campo y los transportistas, al mejor estilo todos contra todos.

Desde hace una semana, los tamberos, carniceros, molinos, panaderos, consignatarios, verduleros, entre otros, vienen advirtiendo que “de continuar esta situación, en dos días no habrá más alimentos”. Si hubiese sido así, hoy no habría nada en supermercados ni comercios. Pero un país no se desabastece de un día para el otro. Si bien los problemas de distribución y elaboración de algunos alimentos (como los lácteos) se fueron agravando con los días, también entró a jugar la especulación de muchos sectores que prefieren guardarse algo de stock, para cuando la oferta sea más escasa y así aplicar una suba de precios, como ocurrió durante el lockout de marzo. Dicen que una góndola vacía vale más que mil palabras.

“La situación conflictiva para Capital Federal y Gran Buenos Aires comenzará a sentirse a partir del fin de semana. Luego, cada supermercado venderá lo poco que tenga. En el interior están sintiendo la falta de alimentos desde el sábado pasado y en los grandes centros urbanos ya comenzó la presión sobre la carne, lácteos y frutas”, señaló a PáginaI12 Juan Vasco, titular de la Asociación de Supermercadistas Unidos. Las empresas asociadas a esta entidad (Coto, Jumbo, Wal Mart, Disco, Leader Price, entre otras) empezaron a poner límites sobre algunos productos (lácteos, harinas y aceites). “Ponemos menos productos en góndola, así logramos inhibir el acopio de los consumidores”, señaló Vasco a este diario. Que los supermercados ofrezcan menos de lo que tienen también puede ser una medida especulativa, a la espera de un aumento de precios.

Por su parte, los distribuidores y autoservicios mayoristas indicaron a este medio que “en algunas bocas de Capital Federal y Gran Buenos Aires no es tan grave la falta de alimentos porque mucha mercadería que no pudo salir al interior se redistribuyó hacia esos lugares”. Los mayoristas de las pequeñas ciudades ya habrían perdido un 30 por ciento de su facturación habitual, mientras que en las grandes ciudades las pérdidas serían del 15 por ciento. “Si el conflicto continúa durante el fin de semana, llegaremos al mismo nivel de desabastecimiento que el ocurrido en marzo”, indicó Alberto Guida, titular de la cámara que nuclea a los mayoristas.

“Hoy estamos peor que ayer. Si seguimos así, a partir del lunes empezará a faltar leche en las grandes ciudades. Si tomamos las cuatro principales empresas del sector, la caída en los ingresos de leche fluida que va de los tambos hacia la industria es de 3 millones de litros, lo que no quiere decir que se haya tirado toda”, señaló a este diario Jorge Secco, titular del Centro de la Industria Lechera. El director de SanCor, Sergio Montiel, expresó ayer que “la situación de la lechería empeora a gran velocidad y se ve complicada por la falta de gasoil, ya que no se podrá continuar con la recolección en las zonas de tambos”.

Desde las carnicerías de la Capital Federal también advierten que luego del fin de semana habrá problemas de abastecimiento y que ya se observa poca cantidad de cortes (de carne). La faena actual, según datos de la Oncca, es de 20.000 cabezas diarias, 50 por ciento por debajo de lo habitual. Entre enero y abril, a pesar del primer lockout, la faena total fue de 4,4 millones de toneladas (abril fue mes record). Los productores, cuando quisieron, vendieron.

En esta lógica de lockouts sucesivos, desde la industria de panaderías indicaron que están dispuestos a iniciar medidas de fuerza, si no cambia la situación. “Las panaderías reciben sólo tres bolsas diarias de harina (lo habitual son 10). Por eso nos piden que tomemos medidas”, aseveró ayer José Alvarez, titular de la Asociación de Industriales Panaderos.

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