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El superávit fiscal de agosto fue de 3703 millones de pesos, 36 por ciento más que el mismo mes del año pasado, y en lo que va del año acumula 20.034 millones, 42,9 por ciento superior al de igual período de 2007. Mientras que el superávit financiero acumula un aumento interanual de 9028,9 millones, representando una suba de 88,3 por ciento. El anuncio llegó en medio de la peor crisis financiera internacional de las últimas décadas y en el Gobierno mostraron los datos como un signo de fortaleza frente al tembladeral registrado en los mercados bursátiles. “La solidez de las cuentas públicas y nuestro modelo de acumulación real basado en la producción y el trabajo nos permiten hoy estar un poco más tranquilos que lo que hubiéramos estado si la crisis hubiera sucedido algunos años antes”, afirmó Cristina Fernández de Kirchner, quien adelantó el dato durante un acto en Avellaneda. La Presidenta aprovechó también el contraste entre el superávit de las cuentas públicas nacionales y la situación de Estados Unidos para pasarle factura al gobierno de George W. Bush. “Administramos como no administraron los que nos dan recetas de todo. Quienes desde el Norte nos han dicho lo que teníamos que hacer, hoy tienen el más importante déficit de la historia”, remarcó.
También escarbó en la herida de los analistas financieros internacionales. “Esto es el resultado de ese modelo tan cuestionado por quienes no son capaces de prever lo que pasará en sus propias instituciones o en sus propios países”, sostuvo, aunque reconoció que cuando en los países desarrollados hay problemas, el impacto siempre termina por sentirse en la periferia.
Una hora más tarde el ministro de Economía, Carlos Fernández, confirmó el dato y anticipó que la balanza comercial de agosto arrojará un excedente “que será superior a los 2000 millones de dólares”. Fernández también buscó desmarcar al país de las recientes turbulencias, resaltando la tranquilidad que brindan los superávit gemelos. “Estos indicadores confirman la idea de que la Argentina está mejor parada que en años anteriores para enfrentar los desafíos de la actual crisis internacional”, aseveró durante la conferencia de prensa que brindó acompañado por el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa. El titular del Palacio de Hacienda subrayó además que el Gobierno está “siendo muy prudente y responsable” con las cuentas públicas, y enfatizó que se tiene “la certeza de que vamos a cumplir con las proyecciones presupuestarias del año”.
En agosto los ingresos fueron de 18.865 millones de pesos, mientras que los gastos primarios sumaron 15.163 millones. En términos interanuales, los ingresos crecieron 4628 millones (32,5 por ciento) y los gastos, 3643 millones (31,6 por ciento). “De esta forma, se logró por sexta vez en el año y por segundo mes consecutivo un crecimiento del ingreso superior al de los gastos”, destacó Fernández.
El crecimiento interanual de los ingresos de agosto se explica fundamentalmente por el incremento de los recursos tributarios, que aumentaron 37,5 por ciento (3725 millones), contribuyendo en un 81 por ciento en el crecimiento de los ingresos totales. Dentro de este rubro se destacaron los impuestos al Comercio Exterior, al Valor Agregado, a las Ganancias y a los Créditos y Débitos en Cuentas Corrientes Bancarias y las Contribuciones a la Seguridad Social. Entre los gastos se destacaron las prestaciones de la seguridad social, que llegaron a representar el 39 por ciento del total, por los haberes y las prestaciones originadas en el régimen de moratoria previsional. Desde el Ministerio de Economía resaltaron el hecho de haber mantenido “el alto crecimiento interanual de asignaciones familiares (45 por ciento) y del Pami (28 por ciento) que se observaban en los meses previos”.
En segundo lugar quedaron las remuneraciones (19 por ciento del total), básicamente por los aumentos graduales otorgados durante el ejercicio actual. El tercer puesto fue para la inversión real directa (11 por ciento), por las mayores erogaciones en los emprendimientos a cargo de la Dirección Nacional de Vialidad y del sector público empresarial (Nucleeléctrica Argentina y AySA). El cuarto lugar correspondió a las transferencias corrientes al sector privado; principalmente por subas en las coberturas asistenciales administradas por el PAMI, en las asignaciones familiares y en otros gastos sociales, y por aumentos registrados en compensaciones al sector transporte y al consumo de alimentos a través de la Oncca. El Ministerio de Economía resaltó además que tanto el superávit primario como el financiero fueron alcanzados a pesar de haberse observado como ingresos en concepto de traspasos de cuentas de capitalización individual la suma “de 4941 millones de pesos durante el ejercicio anterior y tan sólo 895,7 millones en el corriente ejercicio”.
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