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Economía|Martes, 14 de octubre de 2008
El gobierno de Brasil liberó 40 mil millones de dólares de encajes bancarios

Contra la sequía en los mercados

En la mayor decisión anticrisis, el presidente Lula decidió la liberación progresiva de encajes bancarios. Ante la merma de la inversión externa, el Bndes tendrá 50 mil millones de dólares para garantizar el crecimiento en el 2009.

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El Banco Central auxilió a los bancos medianos y pequeños y a vender dólares para frenar la depreciación del real.

El Banco Central brasileño anunció ayer un programa que permitirá una liberación progresiva de encajes bancarios por hasta 100.000 millones de reales (unos 45.000 millones de dólares al cambio actual) para garantizar la liquidez del mercado financiero, en la más amplia medida anticrisis lanzada por la institución. Las liberaciones de los encajes (reservas que los bancos están obligados a mantener bajo custodia del Banco Central) serán efectuadas “de acuerdo con las necesidades de liquidez de los mercados”, informó la institución.

El Banco Central comenzó a flexibilizar los encajes a fin de setiembre (entonces con un potencial de unos 2250 millones de dólares) y posteriormente autorizó a los bancos a utilizar otra parte de los encajes (por unos 11.000 millones) para la compra de carteras de crédito de instituciones menores. El gobierno además autorizó al Banco Central a adquirir carteras de instituciones en problemas. La autoridad monetaria también ha estado vendiendo dólares de sus reservas internacionales directamente al mercado, por primera vez en cinco años, para garantizar liquidez en moneda extranjera y paliar la depreciación del real.

Según la calificadora de riesgo Austin Rating, los bancos grandes de Brasil no muestran problemas de solidez. “Los medianos y pequeños tienen un activo inmovilizado bastante grande en sus carteras, con lo que el Banco Central está actuando más para este segmento que para el sector financiero como un todo”, opinó el economista jefe de Austin, Alex Agostini.

El ministro de Hacienda, Guido Mantega, afirmó en una entrevista de televisión que Brasil está preparado ante la crisis gracias a “un sistema financiero sólido, una economía creciente, un mercado interno que otros países no tienen y reservas por 200.000 millones de dólares”. Aun así, ha reconocido que en el próximo año el crecimiento económico será menor al 5% esperado en 2008.

Por otra parte, datos divulgados ayer sobre captación de recursos externos por parte de empresas y bancos de Brasil señalan que en el tercer trimestre alcanzó a 3150 millones de dólares, un 55 por ciento menos que en el trimestre inmediato anterior. Aquel monto representó además una caída del 39 por ciento en comparación con el tercer trimestre del año pasado, y fue el menor desde el cuarto trimestre de 2002. El estudio incluye la emisión de títulos y las operaciones de crédito, incluso los llamados “préstamos sindicalizados” cuando participan más de una institución financiera, como prestamista o como deudora.

Como una respuesta directa a dicha situación, el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes) dispuso acelerar la concesión de créditos, para compensar la oferta privada y mantener el nivel de inversión y crecimiento económico. Luciano Coutinho, titular del Bndes, afirmó que la entidad va a “acelerar los desembolsos para mantener el nivel de inversión y crecimiento económico”. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ya autorizó a la entidad la creación de una línea de crédito blanda para exportadores, dentro del conjunto de medidas para enfrentar la crisis.

Coutinho sostuvo que la expansión del crédito del Bndes es uno de los instrumentos del gobierno para garantizar el crecimiento de la economía en 2009, que según algunos analistas será de 3,5 por ciento, contra 4 por ciento previsto antes de la crisis. El Bndes cuenta con un presupuesto de 80.000 millones de reales para 2008 (40.000 millones de dólares) y no se precisó a cuánto podría ascender la ampliación en 2009, pero medios especializados especularon que puede superar los 100.000 millones de reales (50.000 millones de dólares).

Coutinho, que participó el fin de semana en la cumbre del FMI en Washington, reconoció que la crisis puede golpear a Brasil, pero sostuvo que es uno de los pocos países del mundo que crecerán en 2009.

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