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El anuncio que hizo a principios de semana la empresa Transportadora de Gas del Norte respecto de que dejará impago un vencimiento de deuda del próximo día 31 repercutió en el Ministerio de Planificación. La cartera que conduce Julio De Vido dejó trascender su malestar por la decisión de la compañía, al punto que se menciona que el Gobierno podría ordenar la intervención de la empresa. La razón sería que el default tendría características fraudulentas. La versión periodística dio lugar a un pedido de la Bolsa de Comercio a las autoridades de TGN para que aclaren la situación, atento a que la compañía tiene cotización pública. La empresa respondió ayer a través de un comunicado: “No hemos recibido comunicación oficial alguna referida a una supuesta intervención”, indicó.
El Ministerio de Planificación tampoco dijo nada de manera oficial. Los trascendidos periodísticos señalan que el Gobierno nombraría un interventor para auditar los estados contables de la empresa. Su deuda global alcanza a 345 millones de dólares, pero la cesación de pagos sobre el próximo vencimiento alcanza a 22,1 millones de dólares. Son 15,8 millones en concepto de capital y 6,3 millones por intereses. Entre los tenedores de las obligaciones negociables que quedarán impagas se encuentra la Anses, que recibió esa “inversión” de parte de las AFJP. TGN empresa dijo que a futuro hará una propuesta de reestructuración de deuda.
La empresa es controlada por Techint, la Compañía General de Combustibles y la francesa Total. Cada una de ellas posee el 27,2 por ciento de Gasinvest, que a su vez tiene el 56 por ciento de la transportadora. Otro 18 por ciento de Gasinvest está en poder de la malaya Petronas Argentina. El paquete accionario de TGN se completa con un 24 por ciento en manos del fondo de inversión Blue Ridge, y el 20 por ciento restante se negocia en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Techint se encarga del managment de la empresa, con lo cual aunque su participación accionaria es igual a la de CGC y Total en el control de la firma, su involucramiento es mayor.
El hecho de que haya caído en default una empresa cuyos accionistas facturan cientos de millones de dólares es de por sí llamativo. Una primera lectura indica que el ahogo financiero producto de la crisis internacional alcanza a los niveles más altos. Sin embargo, los accionistas podrían haber efectuado aportes de capital para esquivar una cesación de pagos que para sus espaldas es por un monto bajo. Esto es lo que buscaría averiguar el Gobierno a través de una supuesta intervención. “Frente a versiones periodísticas en ese sentido que comenzaron a circular en el día de hoy (por ayer), TGN ratifica que las únicas razones que condujeron a la postergación de vencimientos financieros son las que se expresaron en el comunicado del martes”, afirmó en una nota a la Bolsa de Comercio porteña. TGN contestó de este modo, y en apenas 20 minutos, a un requerimiento de la Bolsa para que aclare la situación.
En su comunicado del martes, cuando anunció el default, TGN expuso como una de las principales razones de la medida el deterioro de la ecuación económico-financiera a causa del congelamiento de tarifas. En ese sentido, descargó la presión sobre el Gobierno. “El deterioro obedece al efecto de la depreciación del peso sobre tarifas domésticas que permanecen fijas combinado con una caída en los ingresos por transporte de exportación y con un incremento generalizado de los costos en pesos y en dólares”, explicaba el comunicado de la empresa. TGN había caído en default luego de la crisis de 2001/2002 y había cerrado una reestructuración de deuda en 2006, pero ahora vuelve a declarar la cesación de pagos.
Respecto de este nuevo default, la empresa aclaró que hará una propuesta de reestructuración a los acreedores. Además, TGN puntualizó que tiene inversiones previstas en 2009 por 109 millones de pesos, las cuales debe encarar para garantizar la prestación del servicio.
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