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El optimismo acerca de una salida rápida de la crisis mundial llegó a su fin ayer con la publicación de un inesperado descenso de las ventas minoristas en los Estados Unidos. El Departamento de Comercio norteamericano anunció un retroceso de 0,4 por ciento, que se atribuye especialmente a la debilidad de las compras de combustibles y bienes electrónicos. Las alzas iniciales de las plazas bursátiles internacionales no encontraron entonces asidero ante una pésima señal para la recuperación de la actividad y respondieron con toma de ganancias. En Wall Street, el índice Dow Jones retrocedió 2,2 por ciento, mientras el tecnológico Nasdaq se retrajo 3 por ciento.
Para los más optimistas fue una decepción. De acuerdo con la información de la cartera de Comercio estadounidense, las ventas minoristas registraron en abril su segundo descenso mensual consecutivo, con un retroceso de 0,4 por ciento. Ese departamento revisó también la caída estimada para marzo, la cual fue más profunda que la informada el mes pasado, y pasó de 1,2 a 1,3 por ciento. En tanto, el descenso interanual de abril alcanza a 10,1 por ciento.
La respuesta negativa de los mercados no se hizo esperar. Los inversores iniciaron una raid vendedor que deprimió las cotizaciones de los principales papeles empresarios. “Hace quince días todos coincidían en que la recuperación no se daría este año y hoy (por ayer) se muestran contrariados por el dato, sólo porque en las últimas dos semanas aparecieron cifras menos escandalosas”, ironizó el titular de una sociedad de bolsa que opera en el país.
La caída fue generalizada. En Nueva York, el Dow Jones cedió 184 puntos a 8284 unidades y el Nasdaq, de alto componente tecnológico, perdió 51,73 puntos, a 1664 puntos. De la debilidad de la plaza accionaria se benefició el rendimiento del bono del Tesoro a diez años, que se ubicó en 3,1 por ciento.
El retroceso del consumo se vinculó con la venta de combustibles, que cayó 2,3 por ciento, y con bie-nes electrónicos, que se redujo 2,8 por ciento. En ese contexto, los precios del petróleo volvieron a ajustarse a la baja ayer en Londres y Nueva York, a pesar de la caída de las reservas de crudo y gasolina en Estados Unidos la semana pasada. En el New York Mercantile Exchange, el barril de WTI para entrega en junio terminó en 58,02 dólares, con una baja de 83 centavos en relación con la víspera.
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