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Economía|Miércoles, 2 de septiembre de 2009
María del Carmen Alarcón se reunió con Aníbal Fernández

Una foto para los ruralistas

La integrante del grupo Pampa Sur asumió al frente de la Secretaría de Integración Nacional y, en medio del lockout agropecuario, tuvo su primer encuentro de trabajo con el jefe de Gabinete. Hablaron de destrabar las exportaciones del maíz.

Por Alejandra Dandan
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La ex ultra ruralista María del Carmen Alarcón en funciones junto a Aníbal Fernández.

La reunión duró dos horas. Técnicamente fue el primer encuentro de trabajo entre Aníbal Fernández y la flamante secretaria de Integración Nacional, la ex ultra ruralista María del Carmen Alarcón. La agenda versó sobre cómo hacer para destrabar las exportaciones del maíz, un tema caliente para el agro y una señal con la que el Gobierno intenta transmitir que busca soluciones. La reunión, más allá de eso, tuvo un fuerte contenido simbólico y le permitió a la Rosada difundir la foto del jefe de Gabinete junto una ex aliada de las patronales agrarias en medio del nuevo paro impulsado por ese sector.

“El campo critica la decisión de Alarcón para desgastarla”, dijo a Página/12 un interlocutor de la Rosada. “Quieren sacarla del medio. Ella va a tener un rol político al lado de Aníbal, quien seguramente seguirá teniendo el rol del negociador.”

Alarcón quedó designada como secretaria de Estado finalmente hace sólo 48 horas. El Gobierno publicó la semana pasada la decisión de crear la secretaría, pero su entrada en funciones no se había formalizado. Alarcón tomó su cargo sin actos públicos ni ceremonias, casi como una metáfora del carácter que quiere darle a su secretaría. “Lo nuestro es abrir un espacio de negociación con pocas luces –dijo un colaborador suyo a Página/12–, mucho trabajo y sin tantos flashes.”

Desde la semana pasada, en torno de Alarcón dicen que vienen a tratar de hacer lo que no pudo la Mesa de Enlace: que los líderes de las patronales del campo consiguieron buena imagen pero pocos resultados y que su posición más que gremial termina siendo política. “Tampoco buscamos romper la representación de nadie”, aclaran. Su mayor temor es que la Mesa repita la misma dinámica que tiene con el Gobierno; es decir, que pidan soluciones y cuando las soluciones aparezcan pidan otras, y otras para fogonear el conflicto y eso se trasforme en una “red sin salida”.

En el Gobierno son más optimistas. Todavía creen que la secretaría puede convertirse no sólo en un espacio de articulación entre los organismos del Estado y los productores. Da la sensación de que ellos imaginan que la nueva secretaría podría desplazar (o ir desplazando) a la Mesa de Enlace. “Ella es un tanquecito de ideas”, describieron anoche en torno de Fernández. “Conoce la temática porque tiene todo el know how: sabe si el problema es el de la soja o que para los productores del sur de la provincia de Buenos Aires es que se están cayendo los melones, porque levanta el teléfono y habla con treinta productores, y sabe si lo que se propone va o no va.”

Tras la noticia del pase de Alarcón, el campo resolvió no salir a condenarla. Oficialmente dicen que la política de comunicación es no levantar críticas porque la consideran como parte del sector, pero en privado la califican de traidora. La flamante funcionaria, además, criticó el paro. Y a su alrededor hay quien cree que la Mesa tampoco se avendrá a negociar con la secretaría porque está esperando “con todo derecho que el Gobierno le entregue las llaves a ellos para solucionar el conflicto como lo querría cualquier gremial”.

Fuera de eso, en la reunión de dos horas se habló del maíz y del incentivo de compras de fertilizantes. “Puntualmente avanzamos con el tema del maíz que es de lo más urgente por la siembra”, indicó una fuente. “El Gobierno ya dijo que se abre la exportación pero todavía no lo instrumentó, el maíz no tiene precio de pizarra y por eso se necesita transparentar el precio y que el Oncaa, que es el organismo que otorga los Roe para la exportación, tome la decisión de dárselos a todo aquel que quiera exportar.”

Para los participantes es una señal importante porque para las cadenas alimenticias el maíz, dicen, es gravitante. La Mesa de Enlace, sin embargo, no da respiro. “Lo vemos como buena señal, más bien, pero el Gobierno lo que quiere es dividirnos con esto con la ley de arrendamiento, se piensa que somos bobos, y esto es buena señal pero no resuelve el tema de fondo, no está mal, ’ta bien, pero no tiene costo fiscal”, advirtió un encumbrado dirigente de la Federación Agraria en medio de un piquete rural.

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