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En el segundo trimestre, la economía cayó 0,8 por ciento con respecto al mismo período del año pasado, según informó el Indec. Es la primera vez que se registra un retroceso desde 2002. Sin embargo, en la comparación intermensual subió 0,3 por ciento.
La caída interanual del producto entre abril y junio estuvo impulsada por la disminución en el consumo privado y en la inversión interna bruta fija, principalmente la construcción y los equipos durables de producción. El freno a la desaceleración lo sigue poniendo el consumo público, que subió 6,3 por ciento. Las consultoras privadas, no obstante, registran caídas más profundas que las informadas por el organismo estadístico oficial. Además advierten, en sintonía con las estimaciones del Gobierno, una leve mejora en los distintos indicadores para el tercer trimestre. En el Palacio de Hacienda estiman que, pese a la crisis, el producto mostrará una leve evolución positiva de 0,5 por ciento en el año.
El consumo privado, uno de los principales componentes del producto, retrocedió 1,8 por ciento en términos interanuales. El trimestre anterior había mostrado un incremento en esa misma sintonía. En tanto, el consumo del sector público volvió a mostrar un incremento interanual del orden del 6,3 por ciento.
La mayoría de los sectores productivos exhiben caídas interanuales en el segundo trimestre. Ese retroceso se reflejó en la comparación del nivel de actividad con el mismo período en 2008, que se contrajo por primera vez desde 2002. Los datos interanuales mostraban un registro positivo del 2 por ciento entre enero y marzo. En términos trimestrales las cifras del Indec habían registrado un retroceso de 0,5 por ciento durante el último trimestre de 2008 y un alza del 0,1 por ciento en los primeros tres meses de este año. Así la economía evitó entrar, técnicamente, en recesión al no caer dos trimestres consecutivos.
La inversión interna bruta fija (IBIF) experimentó una baja interanual del 10,7 por ciento. Según el informe del Indec, esta caída se debió al retroceso de 4,8 por ciento de la inversión en construcciones, que representan el 61 por ciento de la IBIF, y la disminución de 18,6 por ciento en equipos durables de producción. En este último rubro del componente importado se derrumbó 26,7 por ciento, mientras que los de origen nacional cayeron 4,3 por ciento. En el primer trimestre del año la merma en la IBIF había sido mayor.
En la oferta global (el total de bienes y servicios disponibles en la economía), el organismo estadístico registró una caída interanual del 3,9 por ciento. Los sectores productores de bienes tuvieron durante el segundo trimestre una contracción en relación con el mismo período del año anterior del 7,6 por ciento. El retroceso más fuerte lo experimentaron el sector pesquero (-28,1) y el agrícola-ganadero (-27,1). El informe no detalla las causas, pero en el trimestre anterior la caída en este sector se debió principalmente a la baja en el agregado de cultivos agrícolas y servicios agrícolas y la situación del sector no experimentó una mejora significativa desde entonces.
Por su parte, la actividad de la construcción y la industria manufacturera evidenciaron caídas menores, 4 y 1 por ciento, respectivamente. Explotación de minas y canteras fue el único que exhibió un incremento, al subir 3,9 por ciento, mientras que “Suministro de electricidad, gas y agua” se mantuvo sin cambios.
Según estimó el ministro de Economía, Amado Boudou, el PIB registrará en el año una leve variación positiva del 0,5 por ciento. En el Gobierno sostienen que se están registrando datos positivos para el tercer trimestre, principalmente en la industria aunque reconocen que algunos sectores como la construcción continúan con perspectivas negativas. Además remarcan que otros indicadores como los cheques rechazados, quiebras y suspensiones, empezaron a dar mejores resultados que durante los últimos dos trimestres.
Lo recaudado por impuestos aduaneros también se redujo (22,9) debido a la fuerte caída en las importaciones por la desaceleración en el nivel de actividad. Por su parte, los sectores productores de servicios registraron un incremento interanual del 3,4 por ciento. Al igual que durante el primer trimestre, la mejora estuvo liderada por el rubro “Transporte, almacenamiento y comunicaciones” (5,8), seguido de “Actividades inmobiliarias” (5,2), “Administración pública” (3,5) y “Comercio mayorista y minorista” (1,2). Los hoteles y restaurantes sintieron el efecto de la gripe A y la caída en el turismo. La retracción en el sector fue del 0,4 por ciento. En tanto, la intermediación financiera cedió 0,8 por ciento.
Las estimaciones de las consultoras difieren en gran medida de los datos oficiales y reflejan caídas interanuales en el orden del 6 por ciento. Los sectores con mayores bajas son los mismos que señala el Indec pero las contracciones son más profundas. Según esos cálculos privados, la economía ya estaría en recesión, mientras que según según la información pública se estaría frente a un escenario de estancamiento.
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