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Economía|Domingo, 4 de octubre de 2009
LA INDUSTRIA ALIMENTARIA AUMENTO FUERTEMENTE LOS PRECIOS DE SUS PRODUCTOS Y SUS MARGENES

Más ganancias, mayores precios y tensiones

La situación social tuvo un elemento extra de tensión, ya que los sectores más pobres gastan todo su ingreso en alimentos. Como la demanda no bajó, las empresas dominantes lograron ganancias extra realmente muy altas.

Por Roberto Navarro
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En las góndolas se vieron aumentos de precios muy por encima de cualquier cálculo de inflación.

A pesar de que la crisis económica internacional no tuvo un impacto importante sobre el empleo, la situación social de los sectores más vulnerables estuvo bajo tensión. Una de las principales razones de este deterioro fue el fuerte aumento del precio de los alimentos. En los últimos doce meses, la harina líder del mercado, Favorita, producida por Molinos Río de la Plata, aumentó un 30 por ciento; la lata de tomates de mayor venta, Salsati, de Arcor, subió un 27 por ciento, y el azúcar Ledesma, el de mayor consumo, elevó su precio un 24 por ciento. En el marco de un mercado de alimentos oligopolizado, las empresas líderes aprovecharon que la demanda de sus productos siguió creciendo a pesar de la crisis para generar una impresionante transferencia de recursos del resto de la sociedad a sus arcas. Página/12 realizó un estudio de los últimos balances de las principales empresas de consumo masivo que ejercen posición dominante en el mercado, que reveló que Arcor, el mayor fabricante de alimentos del país, ganó en el segundo trimestre de este año de crisis un 39 por ciento más que en el mismo período de 2008. Mejor le fue a Molinos Río de la Plata, el segundo en el ranking del rubro, que en su balance del 30 de junio último mostró utilidades un 44 por ciento superiores a las del segundo trimestre de 2008. Ledesma, la azucarera más grande del país, incrementó sus ganancias en un 48 por ciento en el mismo período.

Como los sectores medios y bajos de la población destinan gran parte de sus ingresos a alimentarse, los fuertes aumentos de precios de productos como la harina, los fideos, el azúcar, el tomate, las arvejas y las bebidas sin alcohol, entre otros, castigaron el presupuesto de muchas familias de las clases media y baja. Las negociaciones colectivas impulsadas por el Ministerio de Trabajo mantuvieron los salarios en blanco en un nivel cercano a la inflación general y los ingresos de los trabajadores no registrados siguieron un camino similar. Pero la disparada del precio de los alimentos fue muy superior a la del resto de los precios de la economía, e incluso superior a las mejoras de los ingresos.

A pesar de la fuerte caída en el precio del trigo en el mercado internacional y el local, la harina Favorita de Molinos Río de la Plata, líder del mercado, pasó de 1,25 peso en agosto de 2008 a 1,63 peso en la actualidad, un incremento del 30 por ciento. Su rival, la harina Morixe, aumentó en el mismo período de 2,05 a 2,73, un 32 por ciento más. La lata de tomate marca Salsati, de Arcor, subió su precio en el último año de 1,99 a 2,53 pesos, un aumento del 27 por ciento. Las arvejas de la misma marca pasaron de 1,87 a 2,32 pesos, lo que refleja un ajuste del 26 por ciento. El azúcar es otro de los commodities que disminuyó de precio a partir de la crisis económica internacional. Sin embargo, Ledesma, líder del mercado, aumentó el kilo de azúcar de 1,72 a 2,13 en los últimos doce meses, equivalente a una suba del 24 por ciento.

Las empresas citadas y otras grandes del sector concentran en la mayoría de sus productos más del 50 por ciento de sus respectivos mercados. Es decir que ostentan una posición dominante frente a la competencia. En el país existe una ley que prevé fuertes multas para las empresas que abusan de su posición dominante en el mercado. Estos aumentos, que no pueden justificarse en un incremento proporcional de los costos, implementados por empresas que manejan más de la mitad del mercado en cada caso, son casos que merecen el análisis de abuso de posición dominante. Pero el Gobierno no inició investigaciones administrativas sobre estos abusos. La política de negociación o de presión que llevó a cabo el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, dio escasos o nulos resultados más allá de la construcción mediática alrededor de su figura como un funcionario que amenaza a las empresas. Más bien, estos aumentos reflejan su fallida estrategia y la inexistencia de una política consistente en la materia. Lo que sigue es una muestra del relevamiento que realizó Página/12 sobre los balances de 2009 de las empresas que manejan el 65 por ciento de la venta de alimentos del país.

- Arcor: Con sus marcas Arcor, Salsati y La Campagnola, la compañía alimentaria lidera el rubro de enlatados, como tomates al natural, arvejas, duraznos, atún y lentejas, entre otros. Con la compra de La Campagnola en 2006 también es la firma de mayor participación en mermeladas tradicionales y de bajas calorías. Además, con sus marcas Tofi, Cofler y Mentoplus, entre decenas, maneja cómodamente el mercado de las golosinas. También participa en el 47 por ciento de las ventas de helados de marca. La empresa se caracteriza por producir varios de sus insumos, como papel, cartón y plástico para envases. En su último balance trimestral, cerrado el 30 de junio pasado, obtuvo utilidades por 191 millones de pesos, un 39 por ciento más que en el mismo período de 2008. Este resultado lo consiguió a pesar de que perdió 193 millones de pesos por el alza de los intereses y del tipo de cambio que abultaron su pasivo externo. La cifra significó un 19 por ciento sobre sus ventas y un 14 por ciento sobre su patrimonio neto.

- Molinos Río de la Plata: Yerba Nobleza Gaucha, rebosador para milanesas Preferido, harina Favorita, aceite Cocinero, bizcochuelo Exquisita, Vitina, son algunas de sus marcas líderes en el mercado. Molinos, controlada por la familia Pérez Companc, tiene presencia en la mayoría de los rubros de alimentos elaborados que se comercializan en el país. Y en todos los que participa es el número uno. En la mayoría de los casos alcanzó esa posición de privilegio comprando las fábricas de sus competidores. En 2007 adquirió la empresa Virgilio Manera, que hasta ese momento lideraba el mercado de pastas secas, y el Grupo Estrella, que produce la yerba de mayor venta, Cruz Malta, y el arroz líder Gallo. En el trimestre cerrado el 30 de junio consiguió ganancias operativas de 359 millones de pesos, un 44 por ciento más que en el mismo período de 2008. Al igual que Arcor, Molinos se endeudó en los noventa para comprar otras empresas. La suba de los intereses y del dólar elevó su pasivo en 215 millones de pesos. Así su utilidad neta del trimestre fue de 144 millones de pesos, un 5 por ciento más que en 2008. Como su patrimonio neto es de 1105 millones de pesos, aún habiendo tenido que soportar el aumento del pasivo causado por la crisis financiera internacional, Molinos aumentó en un trimestre un 13 por ciento su patrimonio.

- Ledesma: Con una producción de 330 mil toneladas anuales, la compañía jujeña es la líder histórica del mercado azucarero. Además de la venta directa de azúcar, provee a las industrias de lácteos, bebidas gaseosas, galletitas, chocolates, dulces, caramelos y otras. A pesar de la caída del precio internacional del azúcar, Ledesma, gracias a que maneja más del 80 por ciento del mercado local, subió sus precios un 24 por ciento promedio. Así, en el balance trimestral que cerró el 28 de febrero último consiguió utilidades por 94,4 millones de pesos, un 48 por ciento por encima de lo que ganó en el mismo tramo de 2008.

- La Serenísima: El 70 por ciento de la leche que se consume en el país la vende la empresa de Mastellone. Además es líder en manteca, crema y dulce de leche y segunda en el resto de los productos que fabrica. Junto con la cooperativa SanCor conforman el oligopolio que maneja los precios de los lácteos. Una idea de cómo maneja los precios del mercado es el aumento que registró el lácteo Actimel, que pasó de 4,99 en agosto de 2008 a 7,99 en la actualidad, un incremento del 80 por ciento. La Serenísima arrastra un fuerte pasivo en moneda extranjera desde la década pasada. Este año volvieron los rumores sobre su venta. Pero Mastellone está logrando que la enorme deuda en dólares que generó para modernizar su empresa la pague en parte la sociedad. En el trimestre que terminó el 30 de junio obtuvo ganancias operativas por 329 millones de pesos. Esa cifra significa una ganancia sobre ventas –la mayor parte es leche– del 25 por ciento. Entre la suba de intereses y el alza del dólar, La Serenísima terminó perdiendo en el trimestre 26 millones de pesos, la mitad de sus pérdidas en el mismo período de 2008.

- Quickfood: Con sus marcas Paty y Quickfood maneja el 60 por ciento del mercado de hamburguesas. Esta posición dominante le permite vender una caja de 330 gramos de carne con 20 por ciento de grasa a 8,90 pesos. En su último balance anual, cerrado el 30 de junio pasado, la compañía ganó 68 millones de pesos, un 21 por ciento más que en el balance anterior. Esa cifra significa una utilidad neta del 55 por ciento sobre patrimonio neto.


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