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Al cierre de esta edición, la Cámara de Diputados estaba discutiendo la prórroga de impuestos claves para el financiamiento del Tesoro –Ganancias, Bienes Personales, Ganancia Mínima Presunta por diez años, Cheque por dos y Cigarrillos por uno– y la suspensión por dos años de una serie de artículos de la ley de Responsabilidad Fiscal. Con esta última iniciativa, el Frente para la Victoria pretendía aplacar los reclamos de sus propios legisladores quienes solicitaban una mayor coparticipación del Impuesto al Cheque. Después de la media sanción que confiaba obtener para esas leyes, el oficialismo se disponía a avanzar con la aprobación del Presupuesto 2010. Por su parte, la mayoría de los bloques opositores –UCR, Unión PRO, CC, SI, Proyecto Sur, Diálogo por Buenos Aires y el socialismo– habían adelantado que votarían en contra.
El salvataje a las provincias se complementará con una serie de artículos dentro del Presupuesto 2010, que le permitirán al Estado nacional hacerse cargo de las deudas de las provincias, un tema clave en las últimas negociaciones del Gobierno en relación con otras leyes claves como la ley de medios.
El presidente de la Comisión de Presupuesto, Gustavo Marconato, fue el encargado de abrir el debate parlamentario, donde se trataron en conjunto la prórroga de Impuestos, Responsabilidad Fiscal y Presupuesto, para luego realizar la votación por separado. El legislador del FpV señaló que por estos impuestos se recaudarán 88.923 millones de pesos y que ese monto representa “el 33,6 por ciento del total de la recaudación prevista para 2010 y el 25,1 por ciento de la recaudación tributaria total”, de 353.724 millones de pesos. Por su parte, la legisladora María Graciela de la Rosa (FpV) cuestionó a la oposición al señalar que “quienes votan en contra de estas leyes están atentando contra el desarrollo de las provincias”.
El Presupuesto 2010 prevé una coparticipación total de 68.848 millones de pesos. La oposición sostuvo toda su argumentación en la necesidad de incrementar la coparticipación, en particular del impuesto al Cheque. “Al analizar el esquema tributario del país, podemos afirmar que tenemos la mayor presión tributaria en la Argentina que se recuerde, y esto es poco incentivo para la realización de inversiones privadas”, argumentó Miguel Angel Giubergia (UCR).
Más allá de que el oficialismo se mostró confiado en conseguir la prórroga de los impuestos, la votación sobre el Impuesto al Cheque se proyectaba como la más dura, en términos de negociación. Para aprobar estos tributos se necesitan 129 votos. Al cierre de esta edición, desde el bloque K contaban 133 voluntades. Según indicaron a este diario desde el oficialismo, Juan Carlos Pezoa, secretario de Hacienda, garantizó con su presencia durante toda la jornada “algunas concesiones” por fuera de la ley de leyes para los más díscolos.
A diferencia de lo que ocurrió con la ley de medios, los diferentes bloques de centroizquierda (SI, Proyecto Sur y Libres del Sur) no acompañaron los proyectos del oficialismo. “Es inaceptable el orden de prioridades de este Parlamento, ya que hay un incumplimiento del kirchnerismo por tratar temas relacionados con la agenda social. Seguimos reclamando una asignación universal por hijo, para lo cual se necesitarían aproximadamente 7000 millones de pesos que podrían salir de la eliminación de las exenciones del Impuesto a las Ganancias”, afirmó Claudio Lozano (Proyecto Sur).
El otro tema clave de la sesión de ayer fue la suspensión por dos años de la ley de Responsabilidad Fiscal, un tema clave en las últimas negociaciones que encaró el Gobierno –dentro de su propio bloque y con partidos aliados– para la sanción de leyes aún más claves como las facultades delegadas y la ley de medios. La modificación en la ley de Responsabilidad Fiscal le permitirá a las provincias, la ciudad de Buenos Aires y al propio Estado nacional emitir deuda por sobre el 15 por ciento de los recursos corrientes, incrementar el gasto público de manera superior a la tasa de aumento nominal del PBI, y podrán aprobar modificaciones presupuestarias que impliquen incrementos de gastos corrientes –para pagar sueldos por ejemplo– en detrimento de los gastos de capital y pago de deuda.
Este proyecto llega en un momento en que la Corte Suprema de Justicia ya cuenta con varios pedidos de gobernadores (Santa Fe, San Luis, Córdoba, La Pampa y Formosa) para que el Estado nacional aumente los niveles de coparticipación de impuestos. Sólo como ejemplo, la provincia de Buenos Aires tuvo en el primer semestre un déficit fiscal de 2708 millones de pesos. Para fin de año, el déficit podría llegar a los 5523 millones de pesos. “El permiso para que las provincias se endeuden es un riesgo que hay que correr porque sino las cuentas no cierran. Es eso o la nada”, reconoció a Página/12 un legislador bonaerense.
Se preveía que la discusión seguiría durante la madrugada para aprobar la prórroga de impuestos, los cambios a la Responsabilidad Fiscal y el Presupuesto 2010. La ley de leyes estima un crecimiento del PBI del 2,5 por ciento, una inflación del 6,1 por ciento y un incremento del gasto cercano al 12 por ciento. También prevé un permiso para que el Ministerio de Planificación pueda endeudarse con el objetivo de financiar un “plan de obras prioritarias”, uno de los puntos más cuestionados por la oposición.
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