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La Cámara alta avanzaba ayer en el tratamiento del Presupuesto 2010 y en la prórroga de un paquete de impuestos. Al cierre de esta edición, los senadores se aprestaban a convertir en ley ambas normas, votándolas tanto en general como en particular. El Presupuesto prevé gastos por 273.129,4 millones de pesos, de los cuales el 60 por ciento será destinado a servicios sociales. Si bien el sondeo daba por aprobada la ley, la oposición presentó sus objeciones al financiamiento de varios de esos gastos sociales, tales como la asignación universal por hijo, y de otros servicios públicos. Por su parte, el debate sobre los impuestos a bienes personales, cigarrillos, al Cheque y Ganancias generó el rechazo de varios senadores por la manera en que se coparticipan esos fondos. El impuesto a los créditos y débitos también fue duramente cuestionado por lo regresivo de su impacto, debido a que es pagado por los consumidores.
La sesión comenzó a las 15.30, con el tratamiento de otros proyectos presentados sobre tablas antes del Presupuesto 2010 y de la prórroga de los impuestos. Media hora después estaba iniciado el debate por el Presupuesto. La resistencia de la oposición radicó en la ausencia de cambios en la coparticipación a las provincias, mientras que el oficialismo hizo eje en el incremento de partidas con destino a áreas sociales. Como era de esperar, el impuesto al cheque fue el blanco de las críticas.
El debate lo abrió el senador correntino Fabián Ríos, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda. El legislador por el Frente para la Victoria pidió un tratamiento serio de la constitución del gasto del presupuesto. “Tenemos la mala costumbre de informar mal”, dijo Ríos. Como ejemplo, destacó la amplia difusión que se dio a la fuga de capitales y la nula trascendencia que tuvo la reversión de ese proceso. También apuntó a la capacidad del país de sortear lo peor de la crisis internacional. “Por primera vez la Argentina no lo pagó con muertos en la calle”, manifestó el senador.
Con este raconto Ríos justificó los incrementos en el gasto público dentro del Presupuesto y la necesidad de “sacrificar el superávit financiero”. Según enumeró, el proyecto de Presupuesto 2010 prevé un aumento de la seguridad social de 16,2 por ciento, para cumplir, entre otras cosas, con la movilidad social de este año. Este año, la ejecución de esa partida se incrementó respecto de lo presupuestado en 2400 millones de pesos, gracias a los fondos que fueron transferidos con la estatización de las AFJP. Se prevé para el año próximo un incremento de 11,1 por ciento en Transporte; de 10,6 por ciento en Educación y Cultura; y en servicio de la deuda el 8,4 por ciento. Los intereses en moneda extranjera que se proyecta pagar en 2010 ascienden a 15.687 millones de pesos. El total, que incluye también el financiamiento “intra” sector público, será de 26.676 millones de pesos.
Daniel Filmus, senador porteño, destacó que por primera vez se incluye a 6 por ciento del PIB en Educación. “En 2003 cinco provincias aprobaban a sus alumnos por decreto y siete no pagaban salarios, ahora realmente estamos cumpliendo con el proyecto educativo”, sostuvo el ex ministro de Educación de la Nación. En Salud, la ampliación será de 2,3 por ciento. “No es que destinamos poco a la Salud, sino que se toma en cuenta lo ejecutado este año, que fue 1000 millones de pesos más que lo previsto”, señaló el correntino Ríos.
Por el lado de los fondos, el Presupuesto prevé un superávit fiscal de 2,3 por ciento, aunque luego del pago de los intereses de la deuda el resultado financiero arrojará un exiguo 0,05 por ciento. No obstante, el proyecto estima para el año próximo un total de recursos de 293.192,3 millones de pesos, equivalente al 23,8 por ciento del PIB y un aumento interanual de 1,1 por ciento. De ese total, 271.502 millones de pesos serán recursos tributarios. Para mantener esa estructura se avanzó en la prórroga de impuestos clave, a pesar de que los mayores ingresos seguirán proviniendo del Impuesto al Valor Agregado y las retenciones a la exportaciones.
“Es un Presupuesto poco creíble, que vuelve a subestimar el crecimiento para que el Gobierno pueda guardar un poco de caja para los amigos y le sigue quitando recursos a las provincias”, aseguró Juan Carlos Romero, senador salteño por el justicialismo 8 de octubre. El legislador por Proyecto Buenos Aires Federal Samuel Cabanchik señaló que espera que “los recursos a la asignación por hijo no desfinancie los recursos previsionales”.
Junto con el tratamiento del Presupuesto se debatió la prórroga de un paquete de gravámenes. Ganancias, bienes personales y ganancia mínima presunta serán extendidos por diez años, mientras que el impuesto al Cheque se prorrogará por dos años y los cigarrillos por uno. Las críticas no tuvieron que ver con la necesidad o no de los tributos sino con el destino de los fondos obtenidos. “La Capital Federal también tiene problemas de pobreza y no cuenta con la coparticipación que necesita”, se sumó Cabanchik. Para justificar esos impuestos, la senadora de Entre Ríos (FpV) Blanca Osuna señaló la necesidad de mantener las políticas públicas. No faltaron exabruptos. Alfredo Vera, legislador radical por Entre Ríos, habló de un “avance criminal” del Estado nacional sobre las provincias. “El Gobierno sigue quebrando voluntades a su beneficio”, agregó. Los dichos recibieron una réplica de varios pares en el recinto. “Es que en la tierra de Alfredo De Angeli las definiciones son bien extremistas”, ironizó uno de los presentes en los pasillos del Congreso.
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