Economía|Viernes, 13 de noviembre de 2009

@p>De cara a un nuevo encuentro presidencial entre Cristina Fernández de Kirchner y Lula da Silva, los gobiernos de Argentina y Brasil intercambiaron gestos amistosos para distender el clima bilateral, después de varias semanas de fuertes cruces por la relación comercial. En una rueda de prensa que encabezaron la ministra de Industria y Turismo, Débora Giorgi, y el canciller, Jorge Taiana, anunciaron que Brasil destrabó los requerimientos que aplicaba a las compras de vacunas antiaftosa producidas en la Argentina. En compensación, los funcionarios revelaron que se facilitarán los trámites para la importación de muebles desde el país vecino. Ambas demostraciones contrastan con las tensiones comerciales que estallaron el mes pasado, cuando camiones con exportaciones argentinas quedaron varados en la frontera.

El anuncio comenzó con el buen gesto brasileño. La administración vecina aprobó los requerimientos para la compra de vacunas antiaftosa, levantando restricciones vigentes hasta el momento. “La gestión de la presidenta ha permitido solucionar en nueve meses algo que venía de once años de negociaciones”, destacó Giorgi. El tema había sido abordado entre los presidentes en marzo. De ahora en más, las ventas externas de estas vacunas podrían duplicarse. Las exportaciones totales son por unos 12 millones de dólares anuales, pero con la incorporación de Brasil, se pasaría a unos 24 millones. Son fabricadas por la empresa de biotecnología Biogénesis Bagó, que acapara el 97 por ciento de la producción nacional.

En función del poder de mercado que tiene la empresa, su director, Alejandro Gil, se hizo presente en el encuentro. Adelantó que aspiran a ocupar el 10 por ciento del mercado brasileño. Además, destacó ante este diario que las empresas brasileñas no están autorizadas a vender aquí, pero que ya están haciendo gestiones para obtener la certificación.

Por su parte, el gobierno argentino hizo lo suyo y levantó el visado consular de la factura pre-forma para los exportadores de muebles y partes de muebles brasileños. Esto facilita el trámite para los industriales brasileños en un rubro en el que había habido numerosas quejas. La titular de Industria y Turismo resaltó que el presidente Lula le había manifestado a CFK su interés en que se avance en el tema.

A la inversa se presentó el anuncio de las vacunas, es decir, como un pedido al que accedió el máximo mandatario brasileño frente a Cristina. Esto marca el intento de difundir el entendimiento a nivel presidencial, a pesar de los tironeos previos. El cónclave entre primeros mandatarios está previsto para la próxima semana –el día 18– en Brasilia. En forma previa, Taiana se reunió con su par Celso Amorim, con quien intercambiaron puntos de vista en relación con el tema comercial. “Las medidas que ha tomado la Argentina tienen una razón”, remarcó Taiana y agregó que la definición vendrá de los presidentes.

En muebles existe un acuerdo firmado entre empresarios privados de ambos países. Junto con calzados, son rubros en los que Brasil protesta por las disposiciones argentinas, y justificaron la detención de vehículos en la frontera a partir de estos reclamos. Por su parte, el gobierno argentino argumenta que la causa de las quejas brasileñas son los acuerdos previos no cumplidos. En Industria explican que las restricciones se aplican sobre productos que sobrepasan el límite convenido entre privados, con lo cual dejan en el lado brasileño la responsabilidad sobre los conflictos. De hecho, en la reunión entre cancilleres, Taiana planteó estos temas. En esta oportunidad, la presencia de los dos ministros muestra la intención de mejorar el clima previo a la reunión presidencial.

Informe: Javier Lewkowicz.

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