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Economía|Viernes, 11 de diciembre de 2009
LOS REFERENTES DE LA OPOSICION SE MOSTRARON EN PALERMO

Siempre listos junto a los “gordos” del campo

Por Sebastian Abrevaya
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Carrió puso su mejor cara.

Para no olvidar aquella noche de julio en la que la dirigencia agropecuaria y la oposición consiguieron torcerle el brazo al kirchnerismo, los líderes de los sectores más duros de la oposición volvieron a manifestarles su respaldo a las cuatro patronales rurales. Francisco de Narváez y Federico Pinedo de Unión PRO, Miguel Antel Toma y Ramón Puerta del PJ disidente, Elisa Carrió de la Coalición Cívica y Ricardo Alfonsín de la UCR fueron algunos de los políticos que engrosaron la concentración que se realizó en el Rosedal de Palermo, que pidió “descabezar” al gobierno bonaerense y que apuntó contra el matrimonio presidencial. Hubo dos ausentes: el diputado bonaerense Felipe Solá y el último responsable de la caída de la resolución 125, el vicepresidente Julio Cobos. A pesar de su popularidad en baja, los ruralistas celebraron que ya no sólo cuentan con el respaldo de esos partidos de oposición, sino que lograron colocar en el Congreso a sus “agrodiputados”, llamados a representar fielmente sus intereses sectoriales.

Después de los titulares de Federación Agraria, Eduardo Buzzi; de Coninagro, Carlos Garetto; de CRA, Mario Llambías, y de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, el más aplaudido de la tarde fue el empresario colombiano, uno de los primeros en llegar al acto de Palermo. Lo hizo acompañado de su asesor y también diputado, Gustavo Ferrari, además de un musculoso guardaespaldas. “El campo espera soluciones, necesitamos que el Gobierno entienda que el campo es parte importante de la vida nacional y no se lo puede tener como enemigo”, señaló Narváez en la primera fila del sector vip, donde se apostaban productores, empresarios y políticos. Reinaban allí las camisas de tonos claros, de mangas cortas a rayas o a cuadros, los cinturones de cuero o carpincho, los pantalones color caqui y los mocasines marrones.

De a poco iban haciendo su aparición otros referentes del nuevo Congreso. En una demostración de unidad, Lilita fue acompañada de prácticamente todos sus legisladores: Alfonso Prat Gay, María Eugenia Estenssoro, Patricia Bullrich, Horacio Piemonte, Héctor “Toty” Flores e Hilma Ré –presidenta de la Sociedad Rural de Diamante, Entre Ríos–.

En diálogo con Página/12, Carrió explicó que, a diferencia de noviembre cuando ella les pedía a los productores que no vinieran a Buenos Aires para evitar una “emboscada del Gobierno”, en diciembre había comenzado una “nueva etapa” a partir de la asunción de los nuevos diputados. “Ahora –decía sonriente– soy la Lilita del consenso”.

“Yo distingo entre decentes y no decentes. Hay decentes en el campo, hay decentes entre los políticos y hay muchos indecentes en la UIA y unos pocos decentes”, dijo Carrió para explicar el variopinto escenario que reunía desde el asesor de la UIA Daniel Funes de Rioja hasta el dirigente del Federación Tierra y Vivienda, Jorge “el Mono” Núñez.

El radicalismo, que había aportado la estructura para la candidatura del chaqueño Pablo Orsolini y del pampeano Ulises “Chito” Forte, tuvo una presencia disminuida porque su nuevo presidente, Ernesto Sanz, y su antecesor, Gerardo Morales, habían viajado a Corrientes para participar de la asunción de Ricardo Colombi. Alfonsín y el senador Rubén Marino, en cambio, fueron los encargados de representar al partido de Alem.

En otro sector, el ex titular de la SRA y secretario de Agricultura PRO, Luciano Miguens, compartía tribuna con el diputado Christian Gribaudo, quien tuvo que resignar su lugar como presidente de la Comisión de Agricultura en pos del ex vice de CRA Ricardo Buryaile. Un poco más tarde se pudo ver también a Esteban Bullrich y a Lidia “Pinky” Satragno, que no sólo se destacaba por sus llamativos anteojos de sol, sino por su vestido negro y su pelo dorado, un estilo alejado de lo que se podía apreciar en “Palermo Soha”.

Ya había terminado el video en el que se resumía el año de “lucha” de las patronales agropecuarias –se escucharon un par de gritos de “puta” para la Presidenta y otros insultos a sus funcionarios–; ya habían hablado los religiosos encabezados por Sergio Bergman y también los miembros de la Mesa de Enlace; quedaba inaugurada así “una nueva etapa para el campo argentino”.

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