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Pese a la crisis económica, el año pasado se vendieron 1.328.211 autos usados, apenas un 5,7 por ciento menos que en 2008. “Habíamos pronosticado al finalizar el primer trimestre del año pasado, una caída de 15 a 20 por ciento en la venta de usados, de modo que estamos muy satisfechos con la evolución de 2009”, señaló ayer el titular de la Cámara de Comercio Automotor (CCA), Alberto Príncipe. El empresario incluso se animó a pronosticar, estimulado por la reactivación de estos últimos meses, que “en 2010 las ventas de autos usados superarán el volumen histórico de 2008”. De hecho, en diciembre las ventas crecieron 20,9 por ciento en términos interanuales.
El año había comenzado muy flojo para el sector. En mayo la venta de usados llegó a caer 26,5 por ciento respecto del mismo mes de 2008, acumulando un retroceso interanual de 19,7 por ciento, y Príncipe aseguró que el sector estaba “al borde del colapso”. Sin embargo, a partir de entonces la actividad comenzó a recuperarse. En julio la caída acumulada se redujo al 15,8 por ciento, en agosto a 11,8, en septiembre a 10,3, en octubre a 9,5 y en noviembre a 7,7 por ciento, quedando finalmente apenas un 5,7 por ciento respecto de 2008. El dato resulta muy estimulante para el sector no sólo por las expectativas iniciales, sino también en términos absolutos. No hay que olvidar que en 2002, en medio de la crisis, se habían vendido poco más de 600 mil unidades y en 2006, ya en plena reactivación económica, se llegó a colocar 1,2 millón de unidades.
El análisis de la CCA muestra que las ventas para los meses de diciembre de los años 2000 al 2009 registraron su menor volumen en 2001 –plena crisis local– con 33.874 operaciones, mientras que las mayores ventas correspondieron a 2009, con 119.028 operaciones. El comparativo de diciembre de 2009, con la venta de 119.028 unidades, contra las de noviembre del mismo año, que sumaron 100.297, arroja también un alza de ventas, pero en este caso de 18,68 por ciento.
El titular de la CCA confió ayer que las ventas de vehículos usados hubieran sido mayores, de haberse contado con créditos más accesibles para esas operaciones. “El poco crédito que se ofrece es leonino (2,5 a 3 por ciento mensual), por ende no seduce y no incentiva a la gente para comprar. Si los grandes jugadores del mercado financiero ofrecieran tasas de entre el 1/1,5 por ciento, el volumen del mercado podría crecer 20 por ciento”, estimó.
Las tres provincias en las que se registraron las mayores caídas de ventas el año pasado fueron: La Pampa (-12,05 por ciento), Santa Fe (-12,03) y Chaco (-10,7). Por el contrario, las tres provincias con menor porcentual de caída fueron: Salta (-0,1), Chubut (-1,9) y Tucumán (-2,5 por ciento). Príncipe dijo que a partir de junio pasado “visualizamos que el mercado estaba cambiando de humor, que la gente que había postergado su compra y estaba expectante por la crisis, comenzaba lentamente a demandar vehículos usados”. “Fue cuando dijimos que era el mejor momento para la compra de esta clase de autos. Y no nos equivocamos”, sostuvo. Sin embargo, no perdió oportunidad para seguir reclamando. “La recuperación de las ventas se logró perdiendo casi toda la rentabilidad. La presión impositiva sobre los exiguos márgenes que manejamos tornan nuestro negocio muy complicado. Esperamos este año poder recomponer la situación”, confió.
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