Como adelantó Página/12, el Gobierno respondió al reclamo de las petroleras y ratificará mediante un decreto el régimen de privilegio para el tratamiento de las divisas que, desde 1989, les permite dejar en el exterior el 70 por ciento de sus dólares por exportaciones. Esta posibilidad se había vuelto incompatible con la Ley de Emergencia Económica y los controles cambiarios. En juego estaban nada menos que 2800 millones de dólares por año. Ahora las petroleras van por más. Quieren que el Gobierno libere los precios del gas en boca de pozo, valores actualmente pesificados y congelados.
En el almuerzo anual en celebración del Día del Petróleo y del Gas, el secretario de Energía, Enrique Devoto, llevó a las firmas del sector la noticia que ya conocían: la ratificación, mediante un nuevo decreto presidencial de la vigencia del decreto 1589/89 de Carlos Menem. El anunció motivo la única interrupción con aplausos del discurso del funcionario.
El nuevo decreto presidencial fue la única salida posible al intríngulis generado por la incompatibilidad del régimen anterior con la ley de emergencia económica, incompatibilidad que había sido ratificada por el procurador del Tesoro, Rubén Citara. Sin embargo, puesto que el nuevo decreto comenzará a regir a partir de enero de 2003, resta saber cuál será el tratamiento que recibirán las liquidaciones del año 2002.
Según admitieron fuentes del Banco Central, las petroleras tendrían suficientemente justificado el uso de las divisas –generadas por exportaciones pero no ingresadas– en pago de servicios de su deuda externa, por lo cual la diferencia a liquidar sería mínima. El decreto que ayer anunció Devoto también era reclamado por el Banco Central, que le exigía al Ejecutivo “una definición” para no tener que seguir haciéndose cargo de la pulseada con las petroleras.
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