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“No debemos desfinanciar a la Nación, pero ello no a costa de los recursos de las provincias. Por eso estoy convencido de que la coparticipación del impuesto al cheque permitirá a Jujuy tener más de 300 millones de pesos anuales.” Con estas palabras, difundidas a través de diferentes medios provinciales, el senador Guillermo Jenefes (Frente para la Victoria) aseguró que votará junto con la oposición el proyecto que apunta a coparticipar el ciento por ciento del gravamen. Si bien la postura del jujeño ya era un secreto a voces, terminó de confirmarse luego de su faltazo al asado de camaradería organizado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la quinta de Olivos, el sábado pasado. Otro senador que también faltó fue el misionero Luis Viana (FpV), quien ya hizo pública su postura de votar con la oposición el reparto del impuesto al cheque. Por otro lado, el neuquino Horacio Lores, aliado permanente del oficialismo, también habría adelantado su apoyo a la coparticipación del tributo.
De todas maneras, el proyecto opositor está sujeto a las vicisitudes del quórum y a la presión que puedan hacer los gobernadores (los peronistas en principio) para dilatar el avance de esta iniciativa, a partir de la convocatoria que realizará la Casa Rosada en los próximos días.
La ley de Coparticipación Federal de Impuestos trae aparejados dos conflictos, por un lado los coeficientes de distribución que corresponden a cada provincia y, por el otro, el tipo de tributo a ser distribuido entre las diferentes jurisdicciones. El principal reclamo de las provincias, desde que se sancionó la Constitución de 1994, es la necesidad de modificar los coeficientes. El oficialismo pretende tomar esta demanda para enmarcar la discusión por la coparticipación del impuesto al cheque.
“Apoyar la coparticipación de este tributo es ratificar los coeficientes de distribución inequitativos. Si no se da un debate profundo sobre la coparticipación, el tema se vuelve demagógico”, afirmó a Página/12 la senadora oficialista Blanca Osuna. Sin embargo, la legisladora –que el sábado pasado ocupó una de las mesas principales durante el asado en Olivos– señaló que un debate en profundidad sobre este tema no será sencillo, ya que deberían sentarse en la misma mesa de negociación los 24 gobernadores y todos aspiran a recibir más fondos que en la actualidad.
Por otro lado, la dinámica actual del Senado, con un quórum difícil de conseguir, no presenta el mejor escenario para una discusión integral de la coparticipación, aunque la mayoría de los legisladores la pidan a gritos. Por eso, como señalaron a este diario varios referentes de la oposición, “hay que aprovechar la situación para arrebatarle al Gobierno esta ley”.
En este contexto, el jujeño Jenefes ya confirmó que votará junto a la oposición. También lo hizo el misionero Viana, aunque colaboradores cercanos al senador indicaron a Página/12 que podría votar en disidencia, si es que la oposición no acepta incluir dentro del proyecto una distribución directa de fondos a los municipios y no sólo a las provincias. Por otro lado, el neuquino Lores también votaría con la oposición. En este sentido, los números para el oficialismo son más que complicados. De todas maneras, la propia dinámica de la actual composición del Senado hace que cualquier resultado sea incierto.
Debido a esta misma incertidumbre, el Ejecutivo y los senadores del FpV advierten que en caso de aprobarse la coparticipación del impuesto al cheque, el Gobierno eliminará el Programa de Asistencia Financiera (9000 millones de pesos distribuidos entre 14 provincias) y el Fondo Solidario de la Soja (6000 millones de pesos). “Nosotros no queremos achicar el Estado nacional para agrandar las provincias”, había señalado Eric Calcagno la semana pasada. Frente al empantanamiento en el Senado, el oficialismo pretende ganar tiempo para evitarse un conflicto mayor. Por el momento, la próxima sesión está pensada para el 7 de abril.
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