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Economía|Jueves, 15 de abril de 2010
El IPC de marzo promedió 1,1 por ciento y en el primer trimestre acumuló 3,5 por ciento, según informó el Indec

En las góndolas es donde se siente la inflación

Los alimentos volvieron a liderar las subas, con un 2 por ciento que se explica fundamentalmente por las carnes, aunque el aumento que registró ese producto fue menor al de febrero, al desacelerarse de 8,7 a 4,6 por ciento.

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Dentro del rubro alimentos también hubo fuertes subas de lácteos y huevos (2,1), frutas (2,8) y verduras (2,2).

La inflación de marzo promedió 1,1 por ciento y en el primer trimestre acumuló 3,5 por ciento, según informó ayer el Indec. Los alimentos volvieron a liderar las subas con un 2 por ciento que se explica fundamentalmente por las carnes, aunque el aumento que registró ese producto fue menor al de febrero al desacelerarse de 8,7 a 4,6 por ciento. Al concentrarse en los alimentos, la suba de precios afecta más a los sectores vulnerables de la población. De hecho, la canasta básica indispensable para no caer en la indigencia trepó 2,4 y en lo que va del año acumula un 9,6 por ciento (ver aparte). También se registraron fuertes subas en los rubros Educación (1,7), por ser el mes de inicio de las clases, y Equipamiento y mantenimiento del hogar (1,1 por ciento).

En el primer bimestre el precio de la carne se disparó y eso impactó de lleno en el Indice de Precios al Consumidor (IPC). El Gobierno jugó fuerte y el 13 de marzo bloqueó las exportaciones para ponerle freno a la suba. La medida resultó efectiva, pero no pudo revertir los ajustes que ya se habían producido en esa primera quincena de marzo. Por eso, en el IPC igual se observa un aumento en el precio de ese producto similar al de enero, aunque sustancialmente menor al de febrero.

Dentro del rubro alimentos también hubo fuertes subas de lácteos y huevos (2,1), frutas (2,8), verduras (2,2) y azúcar, miel, dulces y cacao (3,3 por ciento), pero la incidencia de estos productos dentro del IPC es menor al de la carne. Los productos que prácticamente no variaron fueron panificación, cereales y pastas (0,5) y aceites y grasas (0,3 por ciento).

Otro rubro que subió fuerte fue Educación con un 1,7 por ciento impulsado fundamentalmente por servicios educativos (2 por ciento). En esta categoría están contempladas las cuotas de los colegios que siempre se ajustan en el momento en que empiezan las clases. Los textos y útiles escolares, en cambio, treparon “sólo” un 0,8 por ciento en promedio.

Equipamiento y mantenimiento del hogar subió 1,1 por ciento y se coló en el podio de los tres rubros que más aumentaron, pero en este caso es imposible saber cuáles son los productos que impulsaron hacia arriba ese rubro porque el informe oficial no detalla nada al respecto. Indumentaria trepó 0,9 por ciento en promedio. La ropa interior aumentó 1,8 y la exterior 1,1 por ciento. No obstante, el promedio del rubro fue menor porque el calzado apenas aumentó 0,5 por ciento. Los datos más auspiciosos vinieron de los rubros Vivienda y servicios básicos, que trepó apenas 0,1 por ciento, y Esparcimiento, que subió 0,4.

Tal como remarcan los funcionarios del Gobierno, del informe del Indec no se desprende que haya una suba generalizada de precios, pero el rubro que más aumenta es el que tiene mayor ponderación (37,9 por ciento) y el que impacta más fuerte en los sectores de menor poder adquisitivo, que destinan la mayor parte de su salario a garantizar su alimentación. En el primer trimestre, el subrubro “Alimentos para consumir en el hogar” acumula una suba de 6,1 por ciento. Si se proyecta esa cifra al conjunto del año debería esperarse un incremento superior al 25 por ciento, aunque la suba de la carne ahora se frenó y eso podría aliviar la situación.

Las consultoras privadas, sin embargo, buscaron restarle importancia a la incidencia de la carne. Según Buenos Aires City, el sello que utiliza la ex directora de precios del Indec Graciela Bevacqua, para distribuir sus relevamientos privados, la “hipótesis Moreno-Itzcovich-Sarli” que adjudica la inflación al aumento de la carne es errada. En el informe de BAC, realizado por el economista Nicolás Salvatore, se comparan las explicaciones de los funcionarios del actual gobierno con la del ex ministro de la dictadura militar José Alfredo Martínez de Hoz, creador de lo que se denominó “índice de precios descarnado”, porque excluía de su cálculo la incidencia de la carne vacuna. “En efecto, siguiendo a Martínez de Hoz, un IPC ‘descarnado’ nos muestra que la inflación se habría acelerado desde 1,9 por ciento en febrero (1 por ciento de ‘incidencia’ carnal sobre el nivel general de 2,9) hacia el 2,9 por ciento en marzo (con 0 por ciento de ‘incidencia’ carnal)”, señaló Salvatore. El problema de esa conclusión es que toma como insumo el pobre relevamiento que realiza BAC.

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