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La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió ayer al titular de la Unión Industrial, Héctor Méndez, a quien le confirmó su asistencia en la próxima conferencia que realizará la entidad. El empresario del sector plásticos asistió acompañado del vicepresidente, Federico Nicholson, y del prosecretario, Pablo Challú. Los popes del establishment fabril acudieron a Casa de Gobierno, previo al acto en el que se presentaron los resultados de la unidad evaluadora de los Créditos del Bicentenario (ver aparte). El objetivo fue hacer formal la invitación al congreso que organiza anualmente la UIA y que esta vez se realizará 18 y 19 de noviembre en Costa Salguero. Tras el encuentro, Méndez se dirigió al Salón de la Mujer, en donde, sentado en primera fila, participó del acto. También estuvo el titular de FIAT Auto, Cristiano Rattazzi, otro de los vice de la central fabril.
La entidad fabril había enviado por carta la invitación hace más de un mes y en esa oportunidad la mandataria contestó que asistiría. Sin embargo, la relación entre el Gobierno y la entidad empresaria se tensó desde entonces. El primer cortocircuito surgió luego de que la entidad que conduce Méndez decidiera no acudir al acto de presentación del informe sobre Papel Prensa. Esto fue leído por funcionarios del Ejecutivo como un alineamiento con la Asociación Empresaria Argentina (AEA), que entre sus principales referentes tiene al CEO de Clarín, Héctor Magnetto. Luego vino la foto de la reunión entre los dirigentes de AEA y la UIA.
Funcionarios expresaron su rechazo a ese alineamiento, a lo que Rattazzi contestó que los empresarios locales “no son felpudos del Gobierno”. “El Gobierno no es felpudo de los empresarios”, contestó el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, horas después.
Desde la entidad fabril intentaron bajarle el tono al encuentro con Magnetto, pero de inmediato aparecieron declaraciones de Méndez que tensaron todavía más la cuerda. El titular de la UIA dijo que la Argentina “se parece a Cuba”. Méndez utilizó este paralelismo para criticar una supuesta presión de los gremios sobre las empresas. En esa oportunidad solicitó al Gobierno que pusiera límites a lo que denominó la “avanzada del apriete”. El pedido tuvo lugar mientras el gremio de los camioneros disponía un bloqueo de las plantas de Siderar en reclamo de un reordenamiento gremial. El paralelismo entre Argentina y Cuba también buscó descalificar el proyecto de ley que impulsa el diputado (FpV) Héctor Recalde para que los trabajadores participen en las ganancias de las empresas. La iniciativa cuenta con el apoyo de la Confederación General del Trabajo (CGT) y también de algunos funcionarios del Gobierno. Desde entonces y hasta ahora la UIA emitió sucesivos comunicados expresando su repudio a la iniciativa y solicitando al Gobierno su intervención.
En este contexto los tres representantes de la Unión Industrial arribaron a la Casa Rosada para “hacerle llegar personalmente la invitación a la Presidenta para la 16a Conferencia”, señalaron a Página/12 fuentes de la entidad. Méndez, Nicholson –quien detenta la presidencia de este evento– y Challú arribaron minutos antes del acto por los Créditos del Bicentenario. “El encuentro fue cordial”, se limitó a informar un colaborador de Méndez. Si bien las partes no divulgaron qué fue lo que se habló en el despacho de Fernández de Kirchner, informaron a este diario que la jefa de Estado “confirmó su asistencia a la conferencia”, lo cual generó entusiasmo entre los organizadores. “Es muy bueno porque la idea es que sea un encuentro plural”, detalló uno de ellos. La conferencia se denomina Construyendo un País Industrial.
Finalizado el encuentro con la Presidenta, Méndez participó del acto en Casa de Gobierno. A su lado estuvieron sentados Rattazzi y el empresario del sector avícola Roberto Domenech. Por la misma puerta que apareció Méndez al Salón de la Mujer, cinco minutos después ingresaba Cristina para encabezar el acto.
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