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“No es un secreto que la relación entre el FMI y la Argentina ha sido una especie de romance, en el cual a veces se aman el uno al otro y otras veces se odian”, dijo el titular del organismo, Dominique Strauss-Kahn. El directivo hizo estas afirmaciones durante una conferencia de prensa que realizó en Montevideo, en el marco de una gira regional que comenzó en Panamá y terminará en Brasil. Strauss-Kahn se manifestó confiado en que la próxima misión técnica a la Argentina permitirá “progresos significativos”. El Ministerio de Economía solicitó asistencia del Fondo para la confección de un nuevo índice de precios. El titular del FMI aseguró que la entidad aprendió de sus errores. No obstante, volvió con sus recomendaciones de siempre. Dijo que América latina tendría que aprender de la experiencia de países como Irlanda y Grecia, y exhortó a la región a cuidar el crecimiento. Hoy se reunirá con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
Luego de hacer alusión a la historia de rupturas y acercamientos que la Argentina tuvo históricamente con el organismo, confirmó la llegada de una misión técnica al país. “Creo que el hecho de que las autoridades argentinas hayan aceptado esta misión es muy positivo y confío en que la primera misión se desa-rrollará pronto y que cuando regrese sea posible un progreso significativo”, indicó. “Y si eso pasa, los invitaremos a la boda”, ironizó. En diciembre, un equipo técnico del FMI realizó una primera visita al país para colaborar en la confección de un nuevo índice de inflación a nivel nacional. Fue la primera misión del organismo desde que en enero de 2006 el país saldó en un pago los 9500 millones de dólares que adeudaba al organismo multilateral y evitó así las regulares revisiones de su economía.
Durante su exposición, Strauss-Kahn aseguró que el organismo cambió y aprendió mucho de los errores del pasado”. “Les va a sorprender especialmente aquí en América latina, donde los recuerdos del FMI no son tan buenos. Les sorprenderá cuánto ha cambiado el organismo”, reiteró. El directivo justificó los supuestos cambios en el hecho de que los países emergentes adquirieron más poder a partir de la crisis internacional y actualmente lideran el crecimiento global. Aseguró que el equilibrio de poder cambió y que en dos años “no habrá forma posible en que las economías avanzadas intenten imponer sus opiniones al resto del mundo”.
Los aprendizajes del FMI no contemplan evitar dar consejos. El directivo recomendó a los países de América latina que están experimentando un rápido crecimiento económico que busquen un “ritmo adecuado” de desarrollo, que no deje de lado la competitividad. Para ejemplificar la situación, se refirió a Grecia e Irlanda, países que “mordieron mucho más de lo que tenían”.
Las recomendaciones parecen no encuadrar con la realidad que exhiben los países de la región, ya que, a diferencia de los noventa, cuando se cumplía con las recetas del Fondo, las mejoras en la actividad económica provienen del sector real y no de servicios financieros a partir de una burbuja generada en un tipo de cambio sobrevaluado. De todos modos, Strauss-Kahn volvió a alertar de los peligros inflacionarios que genera crecer a un ritmo excesivo. Al respecto, el Banco Central de Brasil elevó en medio punto su tasa de interés de referencia, a 11,75 por ciento, para contrarrestar el aumento de precios internos. De esta manera, muestra la mayor tasa de interés entre las grandes economías industrializadas y emergentes del G-20. Es el segundo aumento consecutivo de la tasa brasileña y desde que asumió Rousseff, que se encontrará esta tarde con Strauss-Kahn.
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