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Economía|Viernes, 4 de marzo de 2011
EL INDICE QUE ELABORA NACIONES UNIDAS MARCO UN RECORD EN FEBRERO

Precios de los alimentos en sus máximos históricos

Por Javier Lewkowicz

Los precios internacionales de los alimentos calculados por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) volvieron a superar su máximo nivel histórico desde 1990, año a partir del cual el organismo realiza la medición. El índice de alimentos subió en febrero por octavo mes consecutivo, con alzas en todos los grupos de productos básicos, excepto el azúcar. Para los países industrializados de Europa la dinámica alcista es perjudicial y busca limitarla en ámbitos como el G-20. En cambio, a países subdesarrollados como la Argentina, productores de alimentos, les permite mejorar los términos del intercambio y relajar sus ecuaciones de intercambio comercial. Por detrás del fenómeno aparece el sistema financiero global lanzado a la búsqueda de mejores rendimientos que los ofrecidos por los bonos estadounidenses.

Según datos de la OCDE, el precio de los alimentos se encuentra en su máximo nivel de los últimos treinta años, sólo superado por la marca de 1973, en plena crisis internacional del petróleo. El índice que calcula la FAO muestra relativa estabilidad desde 1990 alrededor de la banda de los 90 y los 130 puntos. En 2004/05 comienza un raid alcista que estalla a fines de 2008 junto con el inicio de la crisis internacional. Ese pico fue luego superado y el último record lo muestra el mes de febrero, cuando el índice alcanzó 236 puntos, un aumento mensual del 2,2 por ciento.

Para dar cuenta de la suba de los commodities los economistas esbozan distintas explicaciones. Por el lado de la demanda aparece la presión que ejercen economías emergentes como China e India, por la incorporación de millones de personas al mercado de trabajo. Además, la compra de alimentos para fabricar biocombustibles, sobre todo de parte de Estados Unidos. Desde la oferta emergen problemas climáticos, como la sequía que hace poco afectó a Rusia y a Australia. Sin embargo, ninguno de estos elementos se puede vincular con la suba explosiva que muestran los mercados desde 2007.

Hay diversos estudios que analizan el nuevo rol de los commodities para el sistema financiero global. Según datos de la Comisión de Comercio de Futuros de Commodities estadounidense, el valor total invertido en instrumentos financieros vinculados con alimentos y energía creció de 2003 a 2008, más de 1200 por ciento. Detrás de este movimiento está la política monetaria de Estados Unidos, que mantiene la tasa de interés de referencia por el suelo. Por eso existe una enorme masa de capital lanzada a conseguir mejores rendimientos, en este caso, apostando con los alimentos. “El mercado de los commodities es relativamente chico y semejante flujo inversor hace que los precios vuelen. Pero el día en que la FED suba la tasa de interés, aflojará el mercado de commodities”, explicó a Página/12 Enrique Aschieri, coordinador del Departamento de Economía Internacional en Buenos Aires de la Sociedad Internacional para el Desarrollo (SID). Esa proyección supone para la Argentina una alerta en el frente externo, porque el actual nivel en el precio de los principales productos exportados en algún momento se corregiría a la baja. De todas formas, la OCDE calcula que en los próximos años los precios se equilibrarán en un 10 a un 35 por ciento por encima de los primeros años de la década pasada. La entidad propone aumentar las inversiones para mejorar la productividad y “repensar” el uso de biocombustibles.

Un factor de preocupación para la FAO es la situación en algunos países árabes proveedores de petróleo, insumo del agro. “Las inesperadas subidas del precio del petróleo pueden agravar aún más la situación precaria de los mercados alimentarios”, advirtió David Hallam, director de la División de Comercio y Mercados.

En febrero los cereales subieron 3,7 de forma mensual y 70 por ciento interanual. Están en el nivel más elevado desde julio de 2008, con fuerte impacto sobre los alimentos que adquieren los trabajadores de todo el mundo. Los productos lácteos crecieron 4 por ciento desde enero, aceites y grasas subieron levemente al igual que la carne, mientras que el azúcar bajó unas décimas. “Estamos extremadamente preocupados por el incremento de los precios de los alimentos, en particular por su impacto sobre los más pobres y más vulnerables”, dijo la portavoz del FMI, Caroline Atkinson. Es un reclamo que se viene escuchando en boca de representantes del establishment. En esa línea está el pedido del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, para poner techo a los precios internacionales, iniciativa repudiada por Argentina y Brasil, entre otros.

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