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Economía|Martes, 29 de marzo de 2011
El Gobierno busca duplicar la producción de calzados

Para arrancar con el pie derecho

Por Javier Lewkowicz

El Plan Estratégico Industrial arranca hoy con el foro sectorial de las cadenas de valor del cuero, marroquinería y calzado. El Ministerio de Industria pretende que la producción nacional de calzado pase de algo más de 100 millones de pares a 200 millones en 2020 y llevar las exportaciones a 50 millones de pares para equilibrar la balanza comercial sectorial. Referentes de estos rubros valoran los instrumentos de protección frente a las importaciones que aplica el Gobierno y solicitarán políticas de fomento a las exportaciones, financiamiento a tasas más convenientes y una mejor articulación entre la manufactura y el sector ganadero. Una problemática central es el nivel de trabajo no registrado de estas industrias, que supera al promedio general de la economía.

La marroquinería y el calzado sufrieron como pocos el sesgo antiindustrial de la convertibilidad y la liberalización comercial. A principios de los ‘90, la producción nacional de calzado rondaba los 90 millones de pares, con exportaciones mayores a las actuales. Para 1998, la producción se redujo a unos 50 millones de pares, y en 2001 la fabricación nacional se desplomó hasta menos de 36 millones de pares. La cantidad de empresas pasó de 2000 a sólo 700 en la crisis. En la actualidad, hay unas 1300 firmas que fabricaron en 2010 105 millones de pares, con un 70 por ciento de componentes nacionales.

“La recomposición fue posible por el crecimiento del consumo y porque las importaciones están controladas con las licencias no automáticas, los antidumping y valores criterio”, explicó a Página/12 Horacio Moschetto, de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC). La entrada de productos desde China tiene un férreo monitoreo, porque el país asiático fabrica 10 mil millones de pares anuales, y en muchos casos esos productos se venden a precios de remate, lo que afecta sensiblemente a la industria nacional. Además, en 2009 se cerró un acuerdo con Brasil de restricción voluntaria, que limita las importaciones desde ese país a 15 millones de pares. Moschetto también destacó que, frente a la dificultad de importar por las medidas oficiales, se hayan radicado marcas reconocidas para fabricar en el país.

Un importante déficit de la industria del calzado es la inserción externa, ya que sólo se vendieron al exterior dos millones de pares en 2010, mientras que se importaron unos 22 millones. Desde la cartera que encabeza Giorgi plantearán hoy que para 2020 el objetivo es pasar a tener una balanza comercial superavitaria en 14 millones de dólares, para lo cual, estiman, habría que exportar 50 millones de pares. Los industriales también pretenden avanzar en ese sentido. “Hay que realizar inversiones que fomenten las exportaciones, crear consorcios de exportación y abrir oficinas comerciales en otros países. Necesitamos ayuda financiera para incorporar tecnología y diseño y apoyo logístico, para asistir a ferias internacionales y también organizarlas aquí”, anticipó Moschetto.

Hugo Alvarez, de la cámara de industriales proveedores de la industria del calzado, advirtió a este diario que la oferta de materia prima será un tema a tratar, porque la provisión de cuero a la curtiembre, que luego le vende tanto al sector del calzado como a la marroquinería, es cubierta por los frigoríficos, para quienes el cuero es una actividad secundaria. “Tiene que haber animales suficientes y de mejor calidad”, indicó Alvarez. La caída en la faena produjo un aumento del cuero crudo.

Según datos de Abeceb.com, el 42 por ciento de la producción de calzado es valor agregado, mientras que el promedio de la industria es de 29 por ciento. Ese sector emplea a 25 mil trabajadores directos y 14 mil de manera indirecta. Según las respectivas cámaras empresarias, la marroquinería genera 9 mil puestos, mientras que la curtiembre, 18 mil.

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