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Economía|Martes, 12 de abril de 2011
El organismo estimó que la economía argentina crecerá 6 por ciento en 2011, pero con un alza del desempleo

Otro ejercicio de adivinación al estilo FMI

El Fondo Monetario presentó sus proyecciones sobre la economía mundial. A la Argentina le augura la segunda mayor expansión del PIB de América del Sur, aunque al mismo tiempo vaticina una suba de la desocupación al 9 por ciento. Reparos con el índice de inflación oficial.

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Blanchard, economista jefe del FMI, presentó las cifras del Panorama Económico Mundial.

El Fondo Monetario Internacional prevé que este año la tasa de desempleo en la Argentina subirá hasta 9 por ciento, desde el 7,3 que el Indec registró en el último trimestre de 2010. Es el único país de la región que muestra un incremento de la desocupación pero, llamativamente, la economía local presentaría, según el organismo, un crecimiento del 6 por ciento, el más alto de América del Sur después de Perú. El organismo hizo estas estimaciones en su Panorama Económico Mundial –WEO, según sus siglas en inglés–, antes del inicio de su asamblea en Washington. De 2003 a la fecha, el FMI estuvo lejos de aproximarse en sus proyecciones a lo que finalmente ocurrió en la economía argentina, tanto en sus evaluaciones cuantitativas –con una constante subestimación del crecimiento– como cualitativas, advirtiendo desde un principio que el modelo no sería sustentable, pese a lo cual es el período histórico de mayor expansión del PIB.

En 2003, por ejemplo, el Fondo arriesgó que la economía argentina crecería 3 por ciento y lo hizo 8,8. En 2004 su pronóstico fue 5,5 y la realidad marcó 9. La serie sigue igual hasta 2010, antes y después de los cambios que el Gobierno introdujo en el Indec. Respecto de este punto, el Fondo reiteró ayer la leyenda que ubica hace cuatro años debajo de las estadísticas argentinas. Señaló que la inflación “oficial” es más baja que las estimaciones privadas y agregó que el Gobierno está trabajando en el armado de un índice de precios a nivel nacional que “reemplace” al actual, que cubre Capital y Gran Buenos Aires. La respuesta desde el Indec fue que “el FMI cometió un error, ya que el IPC-GBA va a convivir con el nuevo IPC nacional”, en lugar de reemplazarlo.

En su análisis sobre las economías de América latina, el FMI resalta que las condiciones externas siguen siendo favorables, en base a la sostenida demanda de China, la recuperación de las ventas hacia otros destinos y el alza en el precio de los commodities. También sería favorable el flujo positivo de capitales motivo de la liquidez internacional. Aunque, para ser coherente, el FMI volvió a augurar problemas de “recalentamiento” por presión de demanda que, junto con la inflación, podrían actuar para que reaparezca el déficit externo. Por eso sugiere que la política monetaria donde sea expansiva pase a ser neutral y que los gobiernos eviten la tendencia procíclica de la política fiscal, es decir, achiquen el gasto.

Según el informe, América del Sur crecería en 2011 un 4,8 por ciento. Por debajo de ese promedio está Brasil (4,5), Bolivia (4,5), Ecuador (3,2) y Venezuela (1,8). El mayor avance sería para Perú, con el 7,5 por ciento, y en segundo lugar aparece Argentina con un crecimiento del 6 por ciento, lo que implica una mejora de dos puntos porcentuales respecto del 4 por ciento vaticinado por el organismo en octubre de 2010. El subdirector del Departamento de Investigaciones del FMI, Jorge Decressin, destacó que el crecimiento “más fuerte de lo previsto que experimenta la Argentina se debe en parte a la excelente demanda en la región, incluido Brasil”.

Las mejores perspectivas en términos de crecimiento vienen acompañadas, sin embargo, por una suba del desempleo. En el documento de octubre la desocupación prevista para 2011 era de 8,6, por debajo del 9 por ciento que proyecta el FMI en su última entrega. Es decir que para el Fondo la lógica actual de la economía argentina implica que a mayor crecimiento, mayor desempleo. Esa situación se verificó a principios de los ’90, cuando el auge del sector de servicios junto con la reconversión de la industria automotriz permitió crecer a tasas considerables pero el atraso cambiario, la desregulación laboral y la venta de activos estatales aumentaron el desempleo. Si bien la creación de empleo en la economía local se redujo en el último año, la dinámica dista de ser la que plantea el FMI. Argentina es el único país de la región donde el desempleo crecerá en 2011, según el informe.

El organismo tiene una larga tradición de “pifiar” en sus predicciones. No sólo con la Argentina. En relación con la economía mundial, su performance es aún peor, al no prever la crisis de 2008, la más violenta desde el crac del ’29. De hecho, de las 134 crisis producidas en 87 países emergentes entre 1991 y 2001 el Fondo sólo vio venir 15.

En cuanto a la inflación, el organismo realiza sus proyecciones tomando en cuenta los datos del Indec, por eso estima para 2011 un aumento del índice de precios al consumidor de 10,2 por ciento, el segundo más alto de América del Sur detrás de Venezuela (29,8 por ciento). La región mostraría una inflación promedio de 6,7 por ciento.

Sin embargo, sólo para el caso argentino el FMI aclara que “analistas privados estiman que la inflación ha sido considerablemente más alta que la calculada oficialmente desde 2007 en adelante”. Como novedad, agrega que “las autoridades anunciaron que están desarrollando un índice de precios a nivel nacional que reemplace al de Gran Buenos Aires actualmente en uso. Ante el pedido de las autoridades, el FMI está proveyendo asistencia técnica en esa tarea”. En el Indec aclararon que ambos índices convivirán.

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