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El Gobierno comunicó que las 450 mil toneladas de trigo que fueron liberadas la semana pasada para su exportación serán comercializadas de manera exclusiva por las cooperativas AFA y ACA. La decisión fue informada ayer por el ministro de Economía, Amado Boudou, y su par de Agricultura, Julián Domínguez. Ambas empresas, la primera vinculada con la Federación Agraria y la segunda a Coninagro, concentrarían aproximadamente el 10 por ciento del comercio exterior de granos, según datos oficiales. El objetivo de Domínguez es llevar paulatinamente ese porcentaje al 30 por ciento. La cosecha de trigo 2010-2011 está estimada en 14,7 millones de toneladas, aunque hasta el momento fueron declaradas 12,5 millones.
El actual esquema del comercio exterior de granos se concentra en la Cámara de Exportadores, liderada por Cargill, Nidera, Bunge, Dreyfus, Noble y ADM. Por un acuerdo con la Secretaría de Comercio Interior, a cargo de Guillermo Moreno, éstas se distribuyen los cupos de exportación según el registro de las ventas de otros años. El tema central pasa porque las multinacionales tienen la espalda financiera para realizar operaciones a futuro sin tener la mercadería disponible y congelar el precio de los granos. Una vez que se habilitan las exportaciones, sólo tienen que pedir el permiso de exportación (ROE) por las toneladas ya almacenadas, sin tomar en consideración las variaciones en la cotización de los granos.
Los pequeños productores denuncian que a través de este mecanismo los grandes jugadores obtienen un diferencial de aproximadamente 50 dólares, entre lo que les pagan y la cotización al momento de solicitar el ROE. Por eso el Ejecutivo tomó la decisión de apurar un acuerdo con las cooperativas ACA y AFA para evitar que el nuevo cupo de exportación de trigo sea canalizado por las grandes multinacionales del sector.
“Queremos que el productor reciba el mejor precio posible y una mayor participación de las cooperativas para evitar la cartelización”, afirmó Domínguez. El funcionario aclaró que 300 mil toneladas serán distribuidas entre los productores de hasta 500 toneladas, pertenecientes a AFA y ACA, mientras que las restantes 150 mil corresponden a un cupo de productores entrerrianos.
Ambas cooperativas representan aproximadamente el 10 por ciento del total del volumen exportado (7% para ACA y 3% para AFA). Venden de manera directa o a través de las mismas multinacionales, cuestionadas por las propias entidades agropecuarias, sobre todo Federación Agraria. Por ejemplo, en 2007, AFA le vendió a Cargill cerca de 100 mil toneladas, volumen que se duplicó para 2010. Por su parte, el año pasado, ACA le vendió un millón de toneladas, según informaron a Página/12 fuentes de la compañía.
De las palabras de los funcionarios se desprende –no hay ninguna resolución oficial– que la prioridad estará puesta en los cooperativistas, pero también en los pequeños productores que no integren ninguno de los nucleamientos mencionados, pero que sí realizan negocios directamente con los acopiadores. Según el Ministerio de Agricultura, en lo que va de la actual cosecha se autorizó la exportación de 7,85 millones de toneladas. El total del saldo exportable sería de 8,8 millones, cifra que incluye un remanente de la cosecha anterior. Luego de liquidar las nuevas 450 mil toneladas de trigo, todavía quedaría un cupo de 500 mil toneladas, que también podría ser distribuido entre las cooperativas.
El otro foco de conflicto estaba dado por los molinos que habían dejado de pagar el FAS teórico, ya que Comercio Interior se retrasó en el pago de compensaciones. Sin embargo, el jueves pasado, Moreno les dijo a los representantes de la molinería que esta semana distribuiría 1800 millones de pesos entre 40 establecimientos. De aquí a fin de año, la industria debería comprar a precio pleno aproximadamente 2,6 millones de toneladas de trigo, a razón de 500 mil por mes.
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