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El tratamiento de la ley que busca limitar la venta de tierras en manos extranjeras no avanza. Ayer se reunió la Comisión de Agricultura, presidida por el radical Juan Casañas. Si bien la oposición es mayoría en todas las comisiones parlamentarias desde 2009, sólo juntó 12 de sus 19 legisladores, mientras que el oficialismo en pleno no asistió al encuentro. La reunión no tuvo quórum. Pero los que asistieron aprovecharon para cuestionar “la falta de debate” del Frente para la Victoria, que sí había asistido la semana pasada al intento de plenario convocado por Vilma Ibarra, titular de Legislación General. Como ausencias notables del conglomerado opositor, se destacaron Ricardo Buryaile, de la UCR y vinculado a CRA, y Pablo Orsolini, también radical y de la Federación Agraria.
“El problema lo tiene Juan Casañas, que está dilatando todo este debate. En vez de apurar la discusión, para conseguir una buena ley, entra en la chicana. El proyecto del oficialismo es bueno, sólo hay que hacerle algunos ajustes.” La reflexión corresponde a un dirigente de la Federación Agraria que ayer monitoreaba la reunión de la comisión. La entidad es una de las más interesadas en conseguir una ley que evite la extranjerización, a pesar de que los diputados radicales que forman parte de la organización todavía no se ponen de acuerdo en cómo llevar adelante el debate.
“Para el oficialismo parece más fácil confundir a la gente que venir a debatir. Es que el Gobierno llama a este proyecto ley de tierras cuando sólo se trata de la extranjerización. El kirchnerismo no vino porque no quiere discutir el resto de la agenda de la comisión”, señaló Ulises Forte (UCR y federado), que la semana pasada no asistió al plenario convocado por Ibarra.
El titular de la comisión había invitado a un grupo de productores avícolas. Su idea era debatir también un proyecto de ley para este sector que se vio frustrado ante la falta de quórum. “Siempre escuchamos del oficialismo decir que defiende a los pequeños productores, pero hoy nos encontramos con este panorama desolador. No puedo dejar de expresar mi bronca”, sostuvo el radical Jorge Chemes, en lo que pareció más una puesta en escena frente a la ausencia de varios legisladores de la oposición.
Como aporte, Casañas convocó a los representantes del Consejo Federal de Catastro, una entidad regida por una ley nacional que se presenta como una herramienta neutral para la implementación de políticas territoriales. El planteo fue que el CFC debería ser parte de la autoridad de aplicación en la creación del registro catastral que tendrá a su cargo determinar cuántas tierras están en manos extranjeras.
“La ley del Ejecutivo va más allá y apunta a la determinación de la situación real de ocupación. Si queremos defender los intereses nacionales en este contexto global de escasez de energía y alimentos, es necesario otorgar la posibilidad de gestionar desde el Estado Nacional la producción de información heterogénea y dispersa con activa participación de los Estados provinciales”, explicó a Página/12 la especialista en tierras Florencia Gómez, también integrante de la Canpo (Corriente Agraria Nacional y Popular).
La estrategia de la oposición es evitar el plenario de comisiones antes de las elecciones de octubre, instancia que permitiría emitir un dictamen y llevar el tema al recinto. De todas maneras, los antikirchneristas ya abren el paraguas y plantean un posible escenario poselectoral. “Si es como muestra el resultado de las primarias, vamos a tener un Congreso donde las leyes llegarán escritas y se definirán en plenarios de cinco minutos”, ironizó Christian Gribaudo del PRO, hoy vinculado al duhaldismo. La ley de extranjerización ya forma parte del sainete legislativo.
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