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Economía|Jueves, 27 de octubre de 2011
Inspecciones en la city y clausura de una casa de cambio en Ezeiza

Cerco a la banda de coleros

La Unidad de Información Financiera junto al Banco Central y la AFIP continuaron con operativos para desmontar la red de coleros, actividad que encubre maniobras de elusión de las normas cambiarias y de evasión impositiva. El mercado no se alteró.

Por Cristian Carrillo
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“Más allá del manejo mediático, en los hechos nos hace un favor”, afirmó Carlos Lizer, del Banco Puente.

El Banco Central y la AFIP clausuraron ayer una casa de cambio ubicada en la terminal aeroportuaria de Ezeiza, debido a que detectaron irregularidades en la comercialización de divisas. El operativo responde a un seguimiento que iniciaron esos organismos, en conjunto con la Unidad de Información Financiera (UIF), en agencias y bancos con el objetivo de detectar a los denominados “coleros”, personas que prestan su identidad para adquirir divisas a nombre de terceros. “Se están coordinando los operativos y ampliando el radio en el cual se realizan las inspecciones”, informaron a Página/12 fuentes del Central. Funcionarios de la autoridad monetaria relevaron áreas de los barrios de Belgrano, Palermo y Recoleta en busca de “cuevas”. En los próximos días el Central difundirá un informe preliminar con el cruce de los datos obtenidos de las visitas a la city. El dólar al público en el circuito formal se mantuvo sin variaciones en 4,26 pesos para la venta.

La actividad de los coleros responde a dos tipos de objetivos: la elusión de las normas cambiarias y la evasión fiscal. El interesado se contacta con una persona, en muchos casos a partir de un anuncio en diarios de circulación masiva, para que compre en distintas entidades hasta un tope de 2000 dólares diarios sin necesidad de justificar el origen de los fondos, a cambio de una comisión. En el caso de la elusión cambiaria, la operatoria le permite al destinatario de los dólares saltear los límites de compra que establece el Central. En tanto, otros utilizan este mecanismo para evitar dar explicaciones acerca de los fondos utilizados para la transacción, ya que no es obligatoria esta información por compras menores a 60 mil pesos al año. Este último objetivo –mucho más relevante por la posibilidad de encubrir casos de lavado de dinero– fue motivo de que los entes reguladores iniciaran un programa de inspecciones. También se busca terminar con “la psicosis que se genera en torno de esa demanda especulativa”, tal como reconoció a este diario el titular de la UIF, José Sbattella. Esa situación les permite a algunos hacer un buen negocio: adquieren en el mercado formal los dólares, que luego los venden con un ajuste al alza de 40 centavos, a través de los clásicos “arbolitos” o “cuevas”.

El viernes pasado se iniciaron las recorridas por la city, que se mantendrán, al menos, toda esta semana. Ayer se incluyeron otros barrios de Capital Federal. También se sumó, desde el martes, la AFIP. Cada organismo realiza su investigación: el Central y la UIF solicitan información a las agencias para verificar que se cumplan con la normas cambiarias y de lavado de dinero. “Los inspectores de la AFIP se dirigen directamente a clientes elegidos al azar, a quienes consultan acerca de la operatoria realizada y, en caso de que sea necesario, les piden algún dato adicional sobre el origen de los fondos”, explicó a este diario Carlos Lizer, responsable de la mesa de cambios de Banco Puente, una de las entidades visitadas ayer. “Más allá del manejo mediático, esto no interrumpe el normal funcionamiento del mercado. De hecho, nos hace un favor”, sostiene Lizer, quien recuerda que el banco debió enviar una nota al BC, la Justicia y el gobierno porteño porque los coleros se habían rodeado de barras bravas en la intersección de Sarmiento y San Martín, una situación que atemorizaba a los clientes.

Según coinciden los cambistas, las inspecciones redujeron el volumen de operaciones informales. En tanto, la negociación cambiaria formal continuó con la tendencia compradora de las últimas semanas. El Central intervino nuevamente colocando un bloque de 500 millones de dólares para la venta, para desalentar la demanda privada. En el mercado estimaron que las ventas efectivas alcanzaron a 200 millones, mientras que la autoridad monetaria informó que el saldo fue de 140 millones. El stock de reservas se redujo en 69 millones de dólares para ubicarse en 47.692 millones. Hasta el momento, el Central se mantiene como la única fuente de oferta de dólares. No obstante, se estima que la liquidación de la cosecha gruesa del maíz, que comienza el mes próximo, le quite presión a la divisa.

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