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El acercamiento entre el Gobierno y Techint, pasados los fuertes desencuentros que surgieron en relación con la designación de directores estatales por parte de la Anses, sumó ayer un importante capítulo. El ministro de Economía, Amado Boudou; la titular de Industria, Débora Giorgi, y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, fueron a San Nicolás para mantener una reunión con directivos de Siderar, en la planta que la firma tiene en esa ciudad bonaerense. El Gobierno pretende que la compañía lleve a cabo un plan de inversiones más ambicioso para aumentar la producción de acero y discutir la distribución de dividendos por 6455 millones de pesos, asunto para el cual la empresa se había comprometido a llamar a una asamblea extraordinaria antes de fin de año.
El diálogo entre Techint y el Gobierno se recompuso a partir de la tregua que puso punto final al conflicto por la designación de los directores estatales. El decreto de necesidad y urgencia 441, que amplió los derechos políticos del Estado como inversor, generó un fuerte rechazo en Techint, que fue la única firma que se negó a aceptar la medida. Luego de una serie de demandas judiciales cruzadas, lograron alcanzar un acuerdo político que permitió que la Anses nombrara tres representantes en el directorio. El consenso fue producto de un proceso de negociación entre el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el director corporativo de Techint, Luis Betnaza, donde también participaron Amado Boudou y el titular de la Anses, Diego Bossio.
El encuentro de ayer fue a pedido de los funcionarios, que fueron recibidos por el presidente de Siderar, Daniel Novegil, el director general, Martín Berardi, y el director de Relaciones Institucionales, David Uriburu. Novegil, en abril de este año, comparó la intención del Gobierno de ampliar los derechos de la Anses con las estatizaciones decretadas por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Para justificar el desconocimiento que la firma hizo de la medida, cuestionó que se haya aplicado a través de un DNU y pidió “un debate parlamentario” al respecto. “A nuestro juicio el Gobierno busca ‘bypasear’ el Congreso. No había ni necesidad ni urgencia”, consideró, en aquel momento, Martín Berardi.
La situación se modificó y un síntoma del acercamiento es la visita a la planta de Siderar. Desde el Gobierno se viene analizando desde hace unos meses la necesidad de que Siderar despliegue un plan de inversiones ambicioso para incrementar la capacidad de producción de acero y así poder hacer frente a la creciente demanda proveniente de un mercado interno en expansión. A la vez, antes de fin de año debería realizarse la asamblea extraordinaria para evaluar el tema de los 6455 millones de pesos que forman parte de los dividendos no distribuidos.
“Los directivos de la empresa afirmaron que el tercer trimestre de 2011 fue uno de los más altos de la historia en despachos destinados al mercado interno. El crecimiento de la producción es producto del incremento de la actividad industrial en la Argentina, traccionada por la pujante demanda local”, señalaron ayer desde el Ministerio de Industria. En los despachos oficiales barajaban la posibilidad del encuentro desde hace unos meses, pero se esperó que pasaran las elecciones para hacerlo efectivo.
La reunión tuvo una primera parte donde los representantes de Siderar hicieron un informe detallado sobre los números de la firma. Los funcionarios se llevaron copias de ese documento. Siderar debe presentar el próximo lunes su balance trimestral a la Bolsa porteña. Después funcionarios y directivos hicieron una recorrida “didáctica”, según definieron, de dos horas a la planta General Savio. La visita se extendió desde el puerto, desde donde Techint importa el mineral de hierro, hasta la acería, donde están los dos altos hornos.
En dos semanas el directorio de Siderar se reunirá, encuentro del que participarán los tres directores por parte del Estado: Axel Kicillof, Damián Camacho y Francisco Cudos.
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