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Economía|Martes, 22 de noviembre de 2011
El ministro de Economía explicó la receta argentina frente a la crisis global

La fórmula de industria y consumo

Amado Boudou aprovechó su paso por la conferencia industrial para informar que no se relajarán los controles cambiarios.

Por Javier Lewkowicz y Tomás Lukin
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El jefe de Economía mostró la sintonía con el sector fabril.

“El Estado que había sido desmantelado recuperó su capacidad de gestión. El mercado interno y la industria son las herramientas que nos van a permitir profundizar el modelo”, enfatizó el ministro de Economía, Amado Boudou, en el cierre de la primera jornada de la 17ª conferencia industrial. Luego de una breve intervención donde estuvo acompañado por el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), José de Mendiguren, el vicepresidente electo aseguró que el Gobierno “no relajará ni revisará las medidas de fiscalización para la compraventa de divisas”. En ese sentido, la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, sostuvo que “no habrá medidas adicionales” vinculadas con el mercado cambiario (ver aparte). El encuentro organizado por la UIA volvió a evidenciar la buena sintonía entre el Gobierno y el sector productivo. Hoy participarán del evento la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el secretario general de la CGT, Hugo Moyano.

“La mejora en la distribución del ingreso logra mercados internos más robustos y éstos permiten que los procesos industriales de inversión se sostengan en el tiempo. Hay que incorporar trabajadores y consumidores a los mercados formales”, enfatizó el ministro de Economía, quien destacó la política de desendeudamiento impulsada desde 2003. “La sustentabilidad económica tiene como condición necesaria la sustentabilidad social y política”, aseveró el funcionario ante una auditorio dominado por dirigentes empresarios entre los que figuraron Luis Betnaza, de Techint, y Federico Nicholson, de Ledesma. En ese sentido, Mendiguren señaló a Página/12 que “tenemos que terminar de compatibilizar la redistribución del ingreso con la inversión. Sin salarios no hay mercado y sin inversión no hay trabajo. Para eso tenemos que sentarnos a una mesa de diálogo”.

El evento comenzó con una versión del Himno Nacional entonada por Patricia Sosa y contó con una breve participación del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. “No debemos dormirnos sobre los laureles, hay correcciones que hacer. Tenemos que mejorar la capacidad de gestión, tanto pública como privada”, sostuvo durante la apertura de la conferencia Luis Ureta Sáenz Peña, presidente de PSA Peugeot-Citröen.

En la misma sintonía apuntó su par de Fiat, Cristiano Rattazzi, quien advirtió sobre un posible impacto de la crisis financiera internacional. “Habrá que ajustarse los cinturones. Con la soja a 400 dólares, Argentina tiene un problema, porque la soja es el motor de América latina”, advirtió por la mañana el empresario automotriz. Por la tarde, Boudou cuestionó la hipótesis que sostiene que el crecimiento económico se debe al “viento de cola” que generan los precios de los commodities. El titular del Palacio de Hacienda destacó el rol de la política macroeconómica activa en el proceso de crecimiento y resaltó “que muchas de las políticas que antes eran consideradas aberraciones por muchos hoy son recomendadas en el mundo para enfrentar la crisis”.

La crisis, la competitividad, las medidas de la AFIP para fiscalizar la compraventa de divisas, los aumentos de precios, subsidios y salarios fueron el eje de los intercambios de pasillo entre los hombres de negocios. Mientras tanto, las diferencias entre la UIA y el gobierno nacional quedaron atrás. La sintonía entre funcionarios y empresarios no alcanzó el nivel idílico de los festejos del Día de la Industria en Tecnópolis a comienzos de septiembre, pero ayer ninguna de las partes ahorró palabras de elogio y afecto. “Nunca existió un Poder Ejecutivo con un relato industrialista como éste”, evaluó Mendiguren. Por su parte, la presidenta del Banco Central señaló: “Yo me siento una amiga de la casa, de la época que nos enfrentábamos juntos a las medidas de ajuste”.

Los interesados en tener su silla reservada para ayer y hoy debieron pagar alrededor de 800 pesos. Las mesas con diez lugares para todo el evento se ofrecían a ocho mil pesos: “Muy barato para todo lo que tiene el evento”, aseguraban los directivos de la UIA. Se emitieron alrededor de 400 entradas y los organizadores confían en que la visita de CFK impulsará ventas de última hora. El entusiasmo por la concurrencia de la Presidenta sólo se podía comparar con las expectativas que generaba entre los hombres de negocios la intervención del secretario general de la CGT, Hugo Moyano.

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