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Economía|Miércoles, 4 de enero de 2012
Firmaron el acuerdo de transferencia de los subtes a la Ciudad. Esta definirá la tarifa

Macri conduce, sin decir a qué precio

El acuerdo Nación-Ciudad establece que la primera mantendrá un subsidio de 360 millones de pesos por un año. Si hay suba de tarifas, la diferencia se destinará a obras. El traspaso legal y administrativo definitivo será en tres meses.

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Mauricio Macri y Amado Boudou encabezaron el acto de traspaso del control de los subtes y el Premetro.

El gobierno nacional y las autoridades porteñas alcanzaron un acuerdo y concretaron la transferencia de la administración y fiscalización del sistema de subterráneos y el Premetro a la ciudad de Buenos Aires. La Nación se hará cargo del pago de la mitad de los subsidios, 360 millones de pesos, durante un año. El acuerdo especifica que la Ciudad posee la potestad para “establecer por decisión unilateral” el precio del pasaje. Si el gobierno de Mauricio Macri decide aumentar la tarifa en 2012 y, por lo tanto, disminuye la necesidad de subsidios, los recursos remanentes de ambas partes serán destinados a inversiones de infraestructura. La Nación se hará cargo de la finalización de la extensión de la Línea E hasta Retiro y el resto de las obras en curso financiadas con recursos nacionales.

El traspaso se hizo efectivo ayer cuando el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, firmaron el acta-acuerdo. Pero las partes tienen hasta fin de marzo para terminar de pulir distintos aspectos legales y administrativos. La Ciudad comienza hoy a analizar posibles incrementos de tarifas y se hace cargo del “control y fiscalización del contrato de concesión”, que desde la privatización en 1993 está en manos de la firma Metrovías, controlada por el Grupo Roggio.

La negociación comenzó el último 10 de noviembre, en el marco de la política de reducción de subsidios a los servicios públicos. Las negociaciones estaban estancadas y se reactivaron a fines de diciembre. En ese momento, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner reclamó a Macri que “haga un esfuercito”, que finalmente se concretó ayer. “Dimos un paso muy importante, en menos de dos meses se hizo una transferencia que estaba prevista hace 12 años. El gobierno local se hará cargo de la gestión del subterráneo. Estamos satisfechos. Esto le permitirá a la Nación seguir destinando fondos al resto del país, mejorar la distribución del ingreso y el acceso a los servicios públicos en el resto del país. Nos permite seguir adelante con el plan de inclusión que comenzó en 2003”, afirmó ayer el vicepresidente Amado Boudou durante una breve conferencia de prensa que ofreció en el Ministerio de Economía, junto con De Vido y el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi.

Las autoridades porteñas también celebraron el traspaso y expresaron su conformidad con los términos del acuerdo. “Llegamos a un consenso que costó bastante, pero estamos satisfechos. Vamos a revisar el contrato de concesión y estudiar la estructura de costos para ver si podemos aportar una parte de los subsidios o si va todo a la tarifa”, explicó el ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti. El lunes, el jefe de Gobierno porteño había anticipado su intención de subir las tarifas: “Es de público conocimiento que la tarifa está congelada desde hace años y ha habido altísimos índices de inflación”.

Actualmente el cospel de subte cuesta 1,10 peso. El Estado nacional subsidió la tarifa por 720 millones de pesos en 2011. Durante este año, Nación aportará 360 millones y la otra mitad correrá por cuenta de la Ciudad. “Vamos a ver de dónde se puede reducir gasto, buscar en el fondo del tarro alguna erogación que se pueda ajustar y si no lo encontramos, se trasladará a la tarifa”, consideró Grindetti. Precisamente, el acuerdo destaca que las autoridades porteñas son responsables de fijar el precio del servicio unilateralmente. Hoy el subsidio representa 1,60 peso por viaje. Sin la ayuda pública, el precio del pasaje pasaría a 2,70 pesos, según estima Metrovías.

El legislador porteño Eduardo Epszteyn y el titular de Consumidores Libres, Héctor Polino, recordaron ayer que efectivizar un aumento en las tarifas no será sencillo. Ambos señalaron que el Gobierno de la Ciudad debe dar intervención al ente de servicios públicos y llamar a audiencias públicas.

El secretario de Transporte explicó que la transferencia de 360 millones de pesos se hará incluso si aumentan las tarifas. Si eso sucede, la porción de los subsidios, tanto de Nación como de la Ciudad, que sea cubierta por el aumento en el pasaje será destinada a obras de infraestructura. “Lo que se descuente de los subsidios se destinará a mejoras en el servicio, las cuales serán definidas por acuerdo de ambas jurisdicciones”, explicó Schiavi. De Vido reiteró que la Nación finalizará las obras que está ejecutando, como la señalización de la Línea A, desde la estación Carabobo hasta Flores (todavía no inagurada), y la finalización de la extensión de la Línea E, entre Plaza de Mayo y Retiro.

Por su parte, el secretario de Hacienda porteño señaló que “el objetivo no es subsidiar a la empresa, sino a la demanda a través de la tarjeta SUBE”. Se trata del mismo enfoque que pretende aplicar en todo el transporte público Schiavi. Grindetti reconoció que todavía resta definir con qué criterio se determinará a los beneficiarios del subsidio así como los mecanismos de control.

Resta que las partes definan distintos aspectos legales y administrativos como aquellos vinculados con el contrato de concesión que está en manos de Metrovías. Las modificaciones en los plazos de la concesión sí deben recibir el visto bueno de los diputados de la Ciudad.

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