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Economía|Jueves, 5 de enero de 2012
El Gobierno de la Ciudad dispuso un aumento del pasaje a 2,50 pesos a partir de mañana

Macri le puso precio a su manejo del subte

La nueva tarifa representa una suba del 127 por ciento y se decidió sin audiencia pública ni consulta a la Legislatura. El propio jefe de Gobierno había anunciado que se tomaría un tiempo de estudio, pero ayer sorprendió con la decisión.

Por Tomás Lukin
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Mauricio Macri y una decisión sin miramientos. El subsidio del pasaje para los sectores menos pudientes quedó para más adelante.

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires debutó en la administración del sistema de subterráneos con un aumento en el precio del viaje hasta 2,50 pesos a partir de mañana. La nueva tarifa del servicio representa una suba del 127 por ciento con respecto al valor actual de 1,10 peso. El gobierno de Mauricio Macri tomó la decisión en el primer día de su gestión al frente de la administración y fiscalización del sistema de subterráneos. El ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, explicó que el aumento busca “recuperar el fuerte atraso de la tarifa”. Según los cálculos de Sbase, la empresa de la Ciudad encargada de administrar el sistema de subterráneos, la modificación en el valor del pasaje implica la reducción del 50 por ciento de los subsidios. La Ciudad sostiene que el resto será cubierto con la transferencia de 360 millones de pesos que comprometió el Estado nacional. Sin embargo, el secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi, había asegurado el martes que frente a un aumento de tarifas el subsidio necesario sería cubierto por ambas partes y el remanente será destinado a obras de infraestructura.

En sintonía con la línea argumental que ofreció Macri el lunes pasado para justificar un posible aumento de tarifas, el Sbase alegó que la suba hasta 2,50 pesos se estableció para “recuperar el severo atraso que acumula la tarifa”, según el comunicado oficial. “Dijimos que nos íbamos a tomar unos días para analizar la situación, pero era muy claro que se necesitaba una tarifa mayor, ya que los aumentos de precios de los últimos años superaron ampliamente el 57 por ciento que aumentó el pasaje”, señaló Grindetti. El funcionario reconoció que el año que viene, cuando ya no exista el aporte de Nación, la tarifa volverá a subir. Recién para ese momento, las autoridades porteñas tendrán definido un esquema de subsidios dirigidos a la demanda para beneficiar a los sectores de menor poder adquisitivo que, mientras tanto, deberán pagar la nueva tarifa. Además, sostuvo que renegociarán el contrato con la firma concesionaria Metrovías, propiedad del Grupo Roggio.

El acuerdo firmado el martes pasado estipula que el Estado nacional aporta 360 millones de pesos durante 2012, el 50 por ciento de los recursos necesarios para mantener la tarifa en 1,10 peso. Y señala que “en caso de que durante 2012 se verifiquen reducciones de las necesidades de subsidios, los remanentes restantes deberán ser aplicados a inversiones específicas en el servicio”. Para Grindetti, con el aumento de tarifa se utilizará el 100 por ciento del subsidio de Nación y la Ciudad no deberá aportar un peso. Sin embargo, esa no es la lógica del acuerdo que precisó Schiavi el martes pasado durante una conferencia de prensa. El funcionario explicó que la porción de los subsidios de ambas partes que no sean necesarios a partir de un aumento en la tarifa deberán comprometerse en nuevas inversiones definidas por acuerdo entre ambas jurisdicciones.

Distintos legisladores porteños y asociaciones de consumidores argumentaban ayer que antes de modificar el precio del pasaje se debe dar intervención al ente de servicios públicos y realizar audiencias públicas. El auditor Eduardo Epszteyn aseguró que presentará un recurso de amparo para garantizar que se siga ese camino. Para Grindetti, “la modificación de la tarifa hasta 2,50 pesos está autorizada desde 1999 cuando hubo una audiencia pública y se fijó una escala de la tarifa en función las inversiones necesarias. Así lo interpretan nuestros abogados y los de Metrovías”. Sin embargo, en el comunicado oficial difundido ayer el titular del Sbase, Juan Carlos Piccardo, recordó que “la falta de planificación e inversiones, principalmente en los últimos 10 años, resultó en un servicio deficiente, con una red demasiado pequeña, coches de casi 100 años, líneas saturadas y ciudadanos que sufren a diario la precariedad del sistema”. De todas formas, Grindetti sostuvo que cuando se realice la transferencia definitiva del sistema, se convocará a una audiencia para “discutir tarifas a futuro y un mecanismo para subsidiar la demanda”.

Desde la salida de la convertibilidad, hace diez años, el precio de los pasaje subió sólo dos veces. El primer ajuste se aplicó el 1º de enero de 2008, cuando el boleto subió de 70 a 90 centavos (28,5 por ciento) y el Premetro de 45 a 60 centavos (33,3 por ciento). El segundo incremento se aplicó el 13 de enero de 2009, cuando las tarifas subieron a 1,10 peso y a 70 centavos, respectivamente. En total, el ajuste acumulado llegó a 57,1 por ciento para el subte y 55,5 por ciento para el Premetro, por debajo de la inflación acumulada.

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