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Los cerca de 70 mil residentes en Argentina que reciben todos los meses jubilaciones y pensiones desde el exterior también están alcanzados por la decisión del Banco Central de suspender el acceso a la compra-venta de dólares para atesoramiento. El proceso para acceder a esos fondos de la seguridad social española o italiana, que promedian los 500 dólares mensuales, no cambió sino que los beneficiarios, como el resto del 12 por ciento de los argentinos que accedieron este año al mercado cambiario, ya no pueden comprar moneda extranjera para ahorrar. Todo ingreso de divisas desde el exterior, ya sea por exportaciones, servicios o jubilaciones, se liquida en el mercado de cambios. Antes, por el canal de atesoramiento, los jubilados podían recomprar “automáticamente” en el banco las divisas que no iban a gastar, pero ahora ese mecanismo está limitado para todas las personas.
Las consultas de más de cien beneficiarios de pensiones del exterior llevaron a la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires a realizar una actuación solicitando a la AFIP y al Banco Central la documentación correspondiente a los “cambios”. En el Banco Central explican que los fondos provenientes de una jubilación o pensión del exterior tienen las mismas características que una exportación. Cuando el beneficiario recibe el depósito o el cheque correspondiente desde su país de origen, los euros, yenes o dólares se liquidan en el mercado de cambios y el individuo recibe pesos. Aunque la recompra de moneda extranjera con una porción de esos pesos –otra parte se gasta en consumo– simulaba ser automática, en ese proceso los bancos les vendían a los jubilados dólares o euros a través del canal de atesoramiento. Ese mecanismo está suspendido.
Según planteó el ombudsman de la Tercera Edad porteño, Eugenio Luis Semino, los “reclamos” son en su mayoría de españoles e italianos, pero también hubo presentaciones de franceses, japoneses y suizos. Semino consideró posible realizar un planteo a la Justicia ya que “se produce un desfasaje bastante significativo” entre el cambio oficial y el valor del dólar en las cuevas cambiarias al que podrían vender las divisas provenientes de sus pensiones. El mes pasado la seguridad social española abonó un total de 11.646 pensiones y jubilaciones. Según los datos oficiales de ese país, cada beneficiario recibió en promedio 460,96 euros. Desde la autoridad monetaria enfatizan que las condiciones de acceso al mercado de divisas para las personas que cobran jubilaciones del exterior, fundamentalmente de Italia y España, son las mismas que para cualquier otro individuo que desea comprar moneda extranjera para ahorrar. En todo caso, advierten, quienes perciben ese tipo de beneficios y pretenden ahorrarlos en euros deben realizar las averiguaciones correspondientes para que esos fondos sean depositados mensualmente en una cuenta a su nombre en su país de origen.
En tanto, desde el BCRA explican que los jubilados argentinos que cobran de la Anses, pero viven en otro país pueden acceder a sus prestaciones y recibirlas en su lugar de residencia en la moneda correspondiente. Para esos individuos existe un código específico de acceso al mercado cambiario –el código 964– por el que pueden, con la documentación pertinente que acredite su condición y lugar de residencia, adquirir el equivalente a su jubilación o pensión en el sistema bancario argentino y retirarla sin inconvenientes giradas a su lugar de residencia.
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